Un cambio de turno en el Salvatierra, le costó la vida a un ciclista en La Paz, denuncian

La Paz, Baja California Sur (BCS). El  pasado 17 de octubre, Martín Calderón Calderón de 36 años salió a las 5:19 de la mañana de su casa para dirigirse a su trabajo; se despidió de su esposa e hijos, como todos los días, su familia nunca se imaginó que no iba a regresar. Fue atropellado a bordo de su bicicleta en la colonia Diana Laura a las 5:45 am, y atendido en el Hospital Salvatierra hasta las 9 de la mañana.

Alicia Benitez, viuda de Calderón relató que su esposo acostumbraba mandarle un mensaje de texto para asegurarle que había llegado con bien a su trabajo; el mensaje, recuerda, nunca llegó, y empezó a presentir desde ese momento que algo estaba mal.

«Él entraba a las 6 de la mañana al trabajo, cuando el se fue me desperté para despedirme de el y luego me volví a dormir. Cuando desperté eran las 7 de la mañana y no tenía ningún mensaje de Martín; en el momento me impactó y presentía algo, pero no, yo me hice a la idea de que él estaba bien», comentó.

Cuando Alicia iba camino a su trabajo, aproximadamente a las 8:20 de la mañana, recibió una llamada de su mamá, comunicándole que habían llamado del trabajo de Martín informando que se encontraba en el hospital Salvatierra porque había tenido un accidente y la ambulancia que acudió al rescate —de Grupo Calafia— se comunicó con el gerente por portar el uniforme de Bodega Aurrerá.

«Yo creí que como él a veces trabajaba con sierra, creí que de seguro se había amputado la mano o algo así, porque me dieron la noticia del accidente con un tono muy tranquilo, nunca me imaginé que ese accidente le iba a costar la vida».

En ese momento, la entonces esposa de Martín Calderón se transportó al hospital acompañada de su mamá y sus dos hijos, todos aún sin saber la causa del accidente; al llegar a la sala de urgencias del Hospital fueron recibidos por la trabajadora social Lucía Beltrán Castro, quien fue la que les informó que su esposo había sido atropellado.

«La trabajadora social me dice que no me preocupe, que me tranquilizara y que Martín sí había llegado delicado y que solo se había lastimado la pierna y que estaba estable […] Yo me tranquilicé porque me dijo que sólo la pierna estaba lastimada, y que necesitaban la firma de autorización para entrar a quirófano», comentó.

Es entonces, cuando la viuda relata que empezaron los problemas, en primer lugar, dijo, se tomaron casi 3 horas para meterlo a quirófano cuando posteriormente se supo que había llegado con una hemorragia interna que requería intervención inmediata; luego, intentaron convencer a la familia de que el culpable del accidente fue él a causa de viajar ebrio, cuando, según la esposa, los enfermeros no le habían hecho ni la prueba de aliento. «Cómo va a ser posible que estuviera tomado si salió a las 5:20 de la mañana de la casa y 25 minutos después ocurrió el accidente», comentó Alicia.

Minutos después la doctora cambió la historia, recuerda Alicia; ahora, le decían que los doctores creían que no iba a salir bien de la operación porque estaba extremadamente delicado, con algunos órganos internos reventados, cuando, minutos antes, le habían comunicado a la familia que sólo era una lesión delicada en la pierna.

Posteriormente, el cirujano Arturo Meza dio autorización a la familia para despedirse del afectado, justo antes de entrar a quirófano, pues los doctores se justificaban diciendo que no sabían de donde se estaba desangrando y que no podían meterlo al quirófano sin autorización.

Martín, quien había llegado desde las 5:45 de la mañana, fue atendido hasta las 8:30, porque la trabajadora social, quien debía canalizarlo rápidamente a cirugía se fue 2 horas antes de su salida, por lo que tuvo que esperar hasta que llegara el turno de la siguiente encargada. Finalmente, luego de una larga espera, el hoy occiso logró entrar al quirófano a las 9:20 de la mañana.

Sin embargo, Martín no alcanzó a ser intervenido, falleció en el quirófano a las 9:40 de la mañana, después de una prolongada espera, tras ser atropellado por un sujeto, quien se dio a la fuga ante los ojos de los vecinos de la colonia Diana Laura.

No conformes, las autoridades responsables del hospital Salvatierra aseguraron que Martín fue el culpable, por «atravesarse» en el momento de ocurrir el percance —contrario a un peritaje que realizó el Ministerio Público— y querían obligar a la familia a pagar el valor de la operación que no se realizó, que ascendía a casi 7,000 pesos.

Luego del fallecimiento de su esposo, Alicia Benítez regresó al lugar del accidente en las calles Unión e Himno Nacional, en la colonia Diana Laura; ahí la viuda logró hablar con un vecino que observó el choque y este le aseguró que el responsable viajaba a bordo de una camioneta Hummer, color negra, sin placas.

Cuando el testigo narró lo que había pasado, afirmó que la bicicleta de Martín iba por su carril —al no existir ciclovía— y que el vehículo que causó el impacto excedía la velocidad permitida, por lo que el conductor de la camioneta acorraló al ciclista entre su automóvil y otro vehículo estacionado, lo que provocó un impacto que lanzaría a Calderón Calderón más de 30 metros desde el lugar exacto del golpe, según datos del testigo.

El testigo comentó que, al acercarse para auxiliarlo, Martín —quien había quedado boca arriba— se quejaba; la lesión, contó, le hacía parecer que «tenía pierna de papel», pues los huesos no sostenían la piel. Otros testigos afirmaron haber visto la camioneta negra con una llanta ponchada, muy cerca de los policías estatales, sin embargo, aún «no se encuentra» al culpable.

Al día de hoy, Alicia Benítez, denuncia, que se le ha negado el acceso a los documentos oficiales como el peritaje por parte del Ministerio Público, e incluso ha recibido malos comentarios por parte de los policías: «Me dicen que ya lo supere, que ya se murió y que ya no se puede hacer nada», dijo.

El colectivo BSCicletos puso una Bici Blanca en el lugar del accidente, en memoria de Martín Calderón Calderón. Integrantes del movimiento afirmaron que con ésta van 4 colocadas este 2015.