La Paz, Baja California Sur (BCS). Lorena Hinojosa Oliva, presidenta en BCS de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), calculó que desde el mes de septiembre, cuando se disparara la ola de ejecuciones en La Paz, el sector ha percibido pérdidas de más del 40%.
“Las autoridades son los únicos que no se dan cuenta, toda la ciudadanía nos damos cuenta de cómo ha disminuido la afluencia de los comensales o de la ciudadanía que va y que acude a los centros de diversión, restaurantes y en los cines […] Lo hemos resentido más del cuarenta por ciento la disminución de la afluencia […] Baja el sol e inmediatamente se nota la disminución de la gente que acude a cualquier sitio”.
De cara a las celebraciones decembrinas, cuando las ventas en todos los restaurantes se duplican, debido al temor de los paceños también “ha disminuido la contratación para los festejos, se están inhibiendo”, dijo Lorena Hinojosa.
“Veo que dicen todas las autoridades, ‘es obligación de todos los patrones cumplir con el aguinaldo’, y estamos en la mejor disposición, pero ¿qué pasa con la parte de las autoridades que se encargan de darnos seguridad, para que todo mundo podamos desplazarnos? Debe haber equilibrio”.
Acerca del arribo de aproximadamente 2,000 militares a La Paz el domingo 30 de noviembre, con el fin de frenar la comisión de homicidios dolosos en la capital sudcaliforniana, la presidenta de Canirac mostró que “por un lado”, luego de los últimos acontecimientos, los ciudadanos “decimos ‘bienvenidos’” a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), pero por otro lado, opina, su presencia abona más a la psicosis colectiva.
“Deseo sinceramente que nos rindan cuentas claras, porque los tres niveles de gobierno tiene la obligación de prestarnos la seguridad a todos los ciudadanos, por eso es que se les paga su sueldo, a todos por parejo”.