La Paz, Baja California Sur (BCS). El delegado de la Secretaría de Economía (SE) en Baja California Sur, Aurelio Ortíz Zambrano, informó que, a pesar de no ser un estado que se destaque por el registro de patentes, 6 solicitudes en este 2017 ya es decir que “son muchísimas”, pues es prácticamente el 2, 3 á 4 veces más en años anteriores; resaltando que una de las razones podría ser que los investigadores no le dan un enfoque al mercado o a la ciencia aplicada.
“En el 2013 no tuvimos ninguna solicitud de patente; en el 2014, 1; en el 2015, hubo 2; y, para el 2016 y 2017, ya tenemos una cantidad más significativa, son procesos que están iniciados en las universidades y en los centros de investigación o alguna que otra empresa; y bueno, de no tener nada, estamos muy satisfechos y muy contentos […] en 2017 tenemos alrededor de 6 solicitudes en proceso, son muchísimas”.
En ese mismo sentido, dijo que este 2017 “va mucho mejor que años anteriores”, y en este momento, dichos registros están en proceso de revisión por parte del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
“Va mucho mejor que años anteriores, tenemos ahorita varias solicitudes de patentes en revisión por parte de la autoridad, del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, que es la autoridad de marcas y patentes, que está sectorizado en la Secretaría de Economía.
Ortíz Zambrano considera que la falta de productividad o de registro de éstas es porque en las universidades o centros que se dedican a la investigación, dentro del mapa curricular, no se les da un enfoque de mercado a los proyectos que están realizando los investigadores.
“Básicamente, yo diría que es un poco que nos hace falta, dentro de las universidades y de los centros de investigación, los procesos en las currículas de las materias o de la seriación de proyectos, el enfoque hacia el mercado”.
Asimismo, el delegado de la SE en BCS finalizó señalando que dichos proyectos no están siendo llevados a la ciencia aplicada, a desarrollar una innovación científica para la sociedad, sino que sólo termina en un mero proyecto científico.
“Normalmente en la formación universitaria, el alumno o el prospecto investigador lo ve como un proceso solamente de ciencia y no lo llevan hasta la ciencia aplicada, que terminaría necesariamente en una innovación tecnológica, que tiene que ver en un proceso de investigación, pero llevado al mercado”.
