La Paz, Baja California Sur (BCS). Desde que Casa Valentina fue inaugurada el 30 de abril de 2013, ha atendido 45 menores con cáncer, ofreciendo hospedaje y alimentación. Según confirma su directora, Yesenia Ramírez Saldaña, de 2014 a 2015 se registraron siete casos nuevos y en el último año tres pequeños no lograron vencer la enfermedad, además de otros tres que de estar en la etapa de vigilancia volvieron a la etapa activa.
Respecto al periodo 2013-2014, muestra Yesenia Ramírez, en el último año la afluencia de menores enfermos en Casa Valentina ha incrementado en poco más del 66 por ciento, pues mientras que del 30 de abril de 2013 al 30 de abril de 2014 el promedio de atenciones fue de 15, en el mismo periodo del lapso 2014-2015 llegó a 25.
“Ha crecido desafortunadamente muchísimo más de 2014 a 2015 que de 2013 a 2014 […] La edad promedio a la que nos están llegando es entre los dos y los cuatro años […] Se ha incrementado mucho el número de casos de San José del Cabo y Cabo San Lucas”.
Casa Valentina ofrece alojamiento tanto a los niños con cáncer como a sus cuidadores, que en el 95 por ciento de los casos es la madre. En estos casos, tienen prioridad las familias que viven fuera de La Paz, por lo que en nueve de cada 10 ocasiones quienes ocupan el refugio son foráneos. Sin embargo, también otorga servicio de alimentación, y en este sentido cerca de la mitad son locales y el resto de fuera.
Se reciben “todos los días” niños “de colonias como Olas Altas, Villas de Guadalupe, Vista Hermosa, Invi Chametla, colonias que están muy alejadas del hospital”, señala la directora, explicando que después de las sesiones de quimioterapia, deben alimentarse muy bien, por lo que justo al salir del área oncopediátrica del Hospital General con Especialidad Juan María de Salvatierra, acuden a la cocina de Casa Valentina.
El objetivo es “ser un hogar”, indica Yesenia, dejando ver que le prestan mucha relevancia a la recreación de los niños, ofreciéndoles obras de teatro y actividades ocupacionales, ya que la actitud, subraya, es indispensable en la recuperación del paciente.
Pero no únicamente depende de los niños, sino también del ánimo de las familias, por lo que actualmente se está “buscando que las mamás también se ocupen”, pues al tratar de dar a sus hijos las mejores atenciones, se apartan de la actividad productiva, así que se han iniciado pláticas con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
Las gestiones se realizan por parte del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (SEDIF), presidido por María Helena Hernández Lezama, quien “ha sido indispensable” para que Casa Valentina sea lo que hoy es, puntualizó la directora.
Actualmente por parte del refugio se monitorean tres casos de Comondú que están en vigilancia, así como dos de Mulegé, además de un caso de Loreto que está bajo tratamiento. La mayoría de las atenciones son a menores que, aunque viven en BCS, son originarios de estados como Zacatecas, Veracruz, Guerrero, Chiapas y Oaxaca.
“Todas las historias de nuestros pacientes son diferentes, no hay un prototipo, y Casa Valentina ha buscado que dentro de toda esa vida difícil que lleva un paciente, por la naturaleza de la enfermedad, sea posible contrarrestar un poquito los efectos, la carencia, que en la medida de lo posible los niños puedan tener mejores condiciones de vida y puedan tener mejores oportunidades, para que en un futuro, cuando sean dados de alta, puedan vivir mejor”.
