La Paz, Baja California Sur (BCS). Luego de un año de haber iniciado la aplicación del programa de alcoholimetría en Baja California Sur, se ha logrado reducir de manera significativa el número de accidentes de tránsito relacionados con el consumo de alcohol, reveló la Comisión Estatal contra las Adicciones durante el inicio de una segunda etapa del programa, que busca que los bares se conviertan en «promotores» y «aliados».
«Queremos que los bares cambien un poquito su esencia, que sean promotores y ayuden a concientizar a los jóvenes para salvar vidas», dijo la psicóloga María Estela Castro, comisionada estatal contra las adicciones, durante el lanzamiento del llamado alcoholímetro amigable.
Castro reveló que en 2014 el 6.1% de los accidentes tuvieron como uno de los factores el consumo de alcohol, y que en el 79% de los casos estuvieron relacionados los hombres, pero durante el 2015, las mujeres casi alcanzaron a los hombres.
El grueso de las personas que se involucran en accidentes luego de beber alcohol tienen entre 18 y 30 años, según Castro.
«En el municipio de La Paz es donde se presentan más accidentes automovilísticos», reveló, por lo que dicho municipio será piloto para el alcoholímetro amigable. «Cualquiera de nosotros pensaría que sería el municipio de Los Cabos, pero no es así».
La comisionada dijo que se buscará que los jóvenes que traen auto se hagan una prueba de alcoholimetría al salir del lugar, y que si no pasan la prueba, se les invitará a llamar a sus padres para que acudan por ellos, podrán tomar un taxi o se les pedirá que designen a un conductor dentro del grupo de amigos. Según Castro, se busca que dicho conductor designado tenga «privilegios» dentro de los bares.
Al conductor alcoholizado que no pase la prueba se le avisará que a unas cuadras se encuentra el operativo formal, donde será sujeto a sanciones si se le sorprende conduciendo.
Los jóvenes deben concebir la diversión «desde un punto de vista responsable», dijo la comisionada.
Castro dijo que se seguirá capacitando a quienes aplican el operativo, que trabajan de «una forma rústica, austera».
