Por: José Alberto Peláez Valdivia (*), en exclusiva para BCS Noticias.
La Paz, Baja California Sur (BCS). El día de ayer se inauguró, el VI Festival Internacional de Música de Concierto 2015 con una gala dedicada al repertorio vocal para tenor y barítono, algo muy poco común en este tipo de eventos.
Los productores José Guadalupe Ojeda Aguilar, designado por el Instituto Sudcaliforniano de Cultura (ISC), y Sylvia Rittner, productora asociada de la Compañía Arpegio de México, del Distrito Federal, co-diseñaron lo que parecía una extraña apuesta pero, al final, obtuvieron un resultado inmejorable.
Es este festival, una de las actividades más importantes del año en materia musical del Gobierno del Estado a través de su ISC, el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (Sedif) y Conaculta.
Les comparto que: normalmente, estos festivales se abren con repertorios corales, sinfónicos, de cámara o de voces masculinas y femeninas, pero raramente reducciones de arias ópera, y este tipo de arias para solista y dúos de voces masculinas sin embargo, fue un acierto.
Porque, Bellini, Bizet, Puccini y Verdi fueron los compositores escogidos para la primera parte del programa con arias y duetos muy conocidos en algunas casas opératicas del mundo, pero muy poco cantados en México, de hecho en Sudcalifornia muchos fueron estreno.
El mensaje inaugural de Gabriela Velázquez Dipp, presidenta de Sedif fue muy asertivo. Dijo que: “siendo la música lenguaje universal de los hombres esta noche, se reunían en esa Sala de Conciertos de La Paz, capital de Baja California Sur: representantes de nueves países y sus escuelas musicales, con público que como sudcalifornianos de origen, residentes avencinados y visitantes extranjeros sumaban una conjunción de afortunados signos y símbolos de paz y de concordia: la música».
Expresó su deseo de un estado con un mejor futuro y procedió a recibir la obra pública, de servicios y de 326 objetos musicales que puso en manos de la escuela el Gobierno del Estado a través del director del isc, christhopher alexter amador cervantes, con una inversión de cinco millones de pesos.
Por lo que corresponde al concierto: José Luis Ordóñez, tenor, y Carlos Sánchez, barítono fueron los cantantes mexicanos que interpretaron estilísticamente perfecta, cada una de las composiciones. En especial quedan en la memoria, los duetos.
Verdi con la bravura y la fuerza de la historia , ilustrando musicalmente la devoción y juramento de dos amigos por la libertad a través de un ritmo marcial, sosteniendo la línea vocal por medio de sólidas estructuras armónicas. “Dio, che nell’alma infondere» de la ópera Don Carlo esta considerado uno de los mejores dúos dentro de la obra completa del compositor.
José Luis Ordoñez, con un color tonal casi aterciopelado en el registro bajo en contraste con la brillantez metálica que Verdi requiere aquí, para un tenor spinto, en el registro agudo.
Carlos Sánchez, con una calidad vocal sorprendente, en cuando al mas hermoso color, técnica perfecta y poseedor de una musicalidad por demás madura, pocas veces encontrada en un cantante joven.
He aquí el por qué Verdi hizo de la voz de barítono el vehículo perfecto para la expresión más íntima en su obra. La voz de barítono, fue la preferida del compositor.
“Au fond du temple saint « de la ópera Los pescadores de perlas, de G. Bizet.
Fino ejemplo de la más pura tradición lírica francesa. Hoy en día, después de años de difícil aceptación, esta ópera ha logrado pasar al repertorio estandarizado de todos los teatro en el mundo, y en especial este dueto, es uno de los favoritos de todos los públicos. Balance logrado de las dos voces, apoyándose en sus líneas melódicas los cantantes transmitieron las intenciones pensadas por el autor. Conocimiento justo, evitando exageraciones de expresión.
En la segunda parte del programa, todavía mejor, con las voces aclimatadas y «calientes», la gran valía de Jozef Olechowski como arreglista de las partes para el ensamble musical, con la excepcional calidad acostumbrada, no solamente hizo acompañar.
Hubo momentos en que el ensamble sonaba como el famoso octeto porteño de Buenos Aires, sobre todo, en la canción «Júrame» de María Greever. Una canción conocida hasta la saciedad pero presentada con un sonido nuevo, fresco con las síncopas del tango.
Las romanzas de zarzuelas perfectas musical e interpretación idiosincrática… con un salero y duende maravilloso, «sabroso», como dirían los españoles.
Al final, vino la sorpresa mas grande de la noche en forma de encore. La versión, mas hermosa que jamás se haya hecho a la canción «Costa Azul».
Esta versión, debería representar a nuestro estado oficialmente. Es de un gusto tan exquisito, perfecto en el balance de dotación instrumental del ensamble. Con un estilo rítmico de valsesillo que hizo justicia a la época en que el poema fue escrito y posteriormente, la parte musical fue creada.
Sí, finalmente tenemos una versión que puede ser presentada a nivel internacional con aceptación absoluta en el repertorio estándar. Lo que empezó como una inspiración juvenil de estudiante, cuando Luis Peláez estudiaba en México, Distrito Federal, y que más tarde, su hermano Pedro Peláez, convirtió en un magnífico ejemplo de composición coral en las clásicas cuatro voces, para una tarea escolar, escrita en el tono de mi mayor, como es conocida originalmente.
Así, la noche fue espléndida en todos los sentidos… Seguramente, la programación de cada una de las noches vendrá con el mas alto nivel en calidad musical, acompañadas de sorpresas agradables.
Hoy habrá un gran sorpresa por los los solistas de diversos países del mundo que se presentan. Pero más porque tendrá lugar el estreno en México de una obra de Vivaldi que se creía perdida. Muy interesante será escuchar a conjunto y solistas de oboe, clarinete, violin, cello, contrabajo, piano, viola, y clavecín. Los esperamos.
(*) José Alberto Peláez Valdivia. Estudio en la UNAM, Música y Economía. Residente de EE.UU. desde hace 25 años, regresa a Baja California Sur. Ha ejercido la crítica musical para diversos medios impresos y la radio en cobertura estatal y nacional.
