La Paz, Baja California Sur (BCS). El cáncer marcó la vida de Edgar González García, de 32 años de edad. La muerte de una amiga hace 3 años, el actual padecimiento de una tía en etapa terminal, y el sufrimiento de su madre por haberse detectado un tumor, ya superado, lo impulsaron para que un 29 de noviembre saliera con el objetivo de caminar más de 1,370 kilómetros desde Ensenada, en Baja California, hasta casi el extremo sur de la península, en La Paz.
“Tenia la idea desde hace 3 años, pero por trabajo no podía realizarlo, me decidí en septiembre porque tenía vacaciones del trabajo, pedí mi cambio de vacaciones, y además mi jefe me regaló otros 15 días de permiso”, comentó a BCS Noticias Edgar, quien es empleado de la terminal marítima de Cemex en Ensenada, y tiene el sueño de formalizar su fundación Caminamos Contra el Cáncer, luego de sufrir junto a seres queridos el embate de esta enfermedad degenerativa.
Su salida, fue con sólo 400 pesos en la bolsa, puesto que su sueldo ya lo había utilizado para pagar otros compromisos personales. La única compañía que lleva consigo, es una mochila de 40 kilos, la cual ha ido aumentando de peso con el pasar de los días por los regalos de la gente, que lo encuentra, y que siente empatía con él durante el camino.
En su recorrido, le ha tocado vivir en carne propia todo tipo de historias que lo han conmovido anímicamente como: la gente que enfrenta el cáncer, muchos de ellos niños, pero que por habitar en zonas rurales, el acceso a los servicios de salud les es casi imposible.
“Lo que mas me ha movido es la gente de las rancherías que no tienen acceso a servicios médicos, no tiene los medios, batallan mucho. Me mueven mucho los niños con cáncer.
“Por el lado el positivo algo que me ha impactado bastante, es la gente cómo se ha movido, cómo ha corrido la voz, como me espera, cómo me apoya; la gente se para preguntarme si estoy bien”.
El trayecto desde Ensenada, hasta Mulegé, donde actualmente se encuentra descansando para seguir el camino que lo lleve a la Capital de Baja California Sur, no ha sido nada fácil. Desde entonces, ha sufrido el deterioro de su salud; además de casi ser víctima de un atraco en plena carretera.
“Tengo la espalda y los pies muy lastimados. Tuve intentos de asaltos; en eso en llegó una familia a asistirme, fue en Cataviña (un poblado ubicado en el municipio de Ensenada a 239 kilómetros de Guerrero Negro); ya tengo 3 deshidrataciones”.
En un principio Edgar, caminaba hasta 83 kilómetros diarios; sin embargo, el cansancio y el desgaste físico lo obligaron a bajar el ritmo hasta los 60 kilómetros por día. Tras su llegada a Mulegé, y por la recomendación de varios médicos, tuvo que volver a aminorar su caminata; ahora el máximo recomendado es de 30 kilómetros al día.
“Hasta 83 kilómetros es lo más que he caminado en un día, son unas 10 horas 15 minutos. En el principio estuve acampando (en el trayecto de Ensenada hasta Guerrero Negro), caminaba hasta 4 horas y media por la noche, después de 60 a 65 kilómetros por día”, recordó.
En su trayecto, destacó, la respuesta de la mayoría de la gente y hasta de las autoridades ha sido excepcional: lo han recibido en grupo, le han brindado alimentos y hasta un lugar dónde quedarse; cuando puede, acude a escuelas de nivel básico, ubicadas en los lugares por donde pasa, y brinda pláticas. Por otra parte, en su familia “están contentos, están orgullos, aunque se preocupan porque sí es muy arriesgado”, dijo.
A La Paz, donde prevé quedarse por aproximadamente 6 días, tiene planeado arribar entre el 25 y el 27 de diciembre, mas preferiría que fuera en Navidad, pues es una fecha significativa para él, explicó.
“Quiero llegar a La Paz en Navidad porque es un día de cosas positivas, quisiera estar unos 5 o 6 días, voy a llegar en donde está la perla, la concha con la perla, en el malecón (a un lado del Muelle Fiscal); después me regreso a Ensenada, ya sea de raite, en camión o en avión”, manifestó Edgar, quien espera ser recibido por algunas personas, pues no cuenta con familiares en Baja California Sur.
Este, su primer recorrido de lo que planea sea la esencia de su próxima asociación sin fines de lucro, será uno de los muchos que pronostica hacer en los siguientes años. En esta ocasión fue en contra del cáncer de mama; el del 2016 aún no lo tiene definido.
“Quiero hacer una fundación que se llama Caminamos Contra el Cáncer, y precisamente, por eso estoy caminando; es una forma de ver y atender a la gente de muy escasos que padecen están enfermedad, ayudarla para estudios (médicos) y tratamientos. Lo quiero hacer caminando porque quiero tener contacto directo con ellos”.
chismeamos contra el cancer
De verdad… ¿no piensan revisar su redacción nunca?