‘Adagios’, una noche memorable la del segundo concierto en festival de música en La Paz

Reseña crítica del segundo concierto del VI Festival Internacional de Música de Concierto Otoño 2015
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Por Sylvia Rittner (*), en exclusiva para BCS Noticias.

La Paz, Baja California Sur (BCS). La Sala de Conciertos La Paz se vio rebasada en sus capacidades para atender la demanda de los cientos de personas que se congregaron a presenciar el segundo de los seis conciertos programados. Sin embargo también es verdad que,  los conciertos acústicos no pueden hacerse en teatros como el local – que conozco muy bien y tiene problemas de acústica– debido a que demandan del pequeño y mediano formato, y en ese teatro tendría que sonorizarse los instrumentos y eso hace que se pierda el espíritu del tipo de obras musicales y la manera en la que fueron pensadas por sus compositores.

Yo que vivo en la Ciudad de México, D.F.  puedo asegurarles, que la Sala Manuel M. Ponce no es mucho más grande que la que se cuenta en La Paz, esa misma sala que se localiza en el Palacio de Bellas Artes, una ciudad, como se sabe, de más de 18 millones de habitantes,  y ahí se presentan este tipo de espectáculos, para acceder a ellos, son necesarios la disciplina en el horario de llegada y la adquisición  de entradas en tiempo y forma.

Una cosa que me sorprendió fue la presencia nuevamente –esta vez sólo como público, de la Presidenta de SEDIF, Gabriela Velázquez Dipp—. Ella dijo en entrevista que le interesa la música de concierto y que trata de seguir lo más posible, en donde quiera que se encontrara y que era su propósito alentar no sólo los ciclos internacionales como este, sino los nacionales y aún más los regionales, especialmente los de los jóvenes valores como el que tendrá lugar el próximo viernes con dos violinistas y un pianista de origen sudcaliforniano. Presidió el concierto ella, junto con el Director del ISC, Christopher Amador Cervantes, y la Directora nacional de la Ópera en México: Lourdes Ambríz.

Adagios se tituló a la puesta de ayer, noche: “Un adagio indica que una composición musical o parte de ella debe interpretarse con un tempo o ritmo moderadamente lento”.  Son por eso, memorables, porque artística y emocionalmente suelen ser extraordinarios.

Como movimiento, su duración varía según las épocas. En el Renacimiento, duraba apenas tres o cuatro minutos, pero ya en el Barroco y en el Clasicismo, duraban una media de 7 u 8 minutos. En el Romanticismo, la duración se duplica, al menos 15 minutos, pero en la música moderna vuelve a decaer a una media de 7 u 8 minutos.

Ayer escuchamos a  los  representantes de EE.UU. Panamá, Polonia, Ucrania, Rusia y México: las obras presentadas variaron en los periodos barrocos, y sería muy difícil por eso, decir cuál de ellos, resultó más bien logrado, porque cada instrumentista sostenido por el cuarteto musical base de esta presentación dio lo mejor sí.

concierto adagios

Lo que es de llamar la atención son el tino musical de las selecciones, que hicieron que la hora y 45 minutos transcurrieran, sin que apenas nos diéramos cuenta y sin propiciar en los conocedores la sensación de molestia que produce estar escuchando algo muy conocido, como por ejemplo dos obras de extensión que no fueron adagios: el Canon de Pachebel y el Otoño de las Cuatro Estaciones del Año de Vivaldi, según entiendo este último el leitmotiv de este ciclo así llamado Festival Internacional de Música de Concierto La Paz, Otoño 2015, en esa obra como en el Aire en la Cuerda de Sol, el sostenido, el ligero vibrato, el polaco, la fuerza interpretativa de Sebastian Kwapisz fue un recurso estuvo espléndido, y lo prueban no solo la ovación del público, sino el que a él se lo llame para hacer este tipo de conciertos y los haya hecho en muchos sitios del mundo.

Pero es inevitable sentir preferencias –quizás solo por afición y gusto musical– pero a mi parecer, John Hurnnes hizo una magistral interpretación del Adagio del Concierto de Hummel, para trompeta.

Este compositor – Hummel, tan poco reivindicado hoy día- fue   muy dado a lo grandilocuente pero,  también conoció lo sereno según pudo atestiguarse y es que,  refleja la transición del Clasicismo al Romanticismo Musical, él fue nacido en regímenes sociopolíticos muy diferentes de los conocidos ahora, nace en   Presburgo en Austria, ( Hoy Bratislava, Eslovaquia) y muere en Weimar, Alemania, así que crece en las influencias de Austríacas y Alemanas .

Hurnnes el trompetista de EE. UU.  Invitado al Concierto no sé si lo conozca a profundidad, pero lo que sí puede uno atestiguar es que entiende perfectamente la demanda del instrumento y de la partitura: Control en la respiración, el tempo perfecto en cada nota, la serenidad y  la sensación de armonía con el tempo de adagio aunado a una orquesta que se entendió espléndidamente con él,  a pesar de no tocar muchas veces juntos, incluso algunos por vez primera.

Por su parte, una gran ovacionada de la noche fue, fue  Eleanor Weingartner la Estadounidense que hizo el adagio de la obra: Concierto para Clarinete de Mozart ( Por cierto HUmmel fue alumno de Mozart)  una mujer clarinetista de las que hay pocas en la escena musical con tanta solvencia y magistralidad. Gustó mucho al público esta clarinetista.

En cuanto a Kevin Tiboche, invitado de  Panamá, este  realizó el célebre adagio de la obra de Marcello, del concierto en do menor, muy escuchado en películas y en los grandes conciertos del mundo. Muy bien resuelto, muy bien comunicado con el cuerpo musical. Y muy alegres y serenos  todos.

Así, también lo fueron todo el conjunto musical: Pavel Koulikov (Ucrania) Matthew Schubring, ( EEUU) V Alexei Diorditsa Azerbayán)  y desde luego el gran Jozef Olechowski que tuvo a su cargo una obra compleja y quizás de las más emotivas y hermosas de Bach en materia de clavecín o pianoforte  el Andante del Concierto al estilo italiano de Bach. Este director artístico de varios festivales de México y del Mundo dio cátedra ayer como arreglista y como instrumentista.

Otras obras se escucharon: como el famoso orquesta del Adagio in G Minor Albionini, hasta llegar a la obra central: Vivaldi: Cello Concerto in A minor RV 420 – I ‘Andante’ para Violoncelo, obra que se creía perdida y que se encontró recientemente y de la que  se adquirieron los derechos para estrenarla en México con sede en La Paz, lo que es un orgullo para esta ciudad.

No se necesitan muchas  palabras para describir la magistralidad del ruso que la interpretó: Vladimir Sagaydo, pero perfección sería en todo caso, esa palabra que se nos escape.

violinista adagios conciertos la paz

Esta es una obra de Vivaldi, que a los propios participantes asombró por su belleza y complejidad. Una obra que un sudcaliforniano trabajó y que le mereció como en otros estados del país y en países del extranjero el reconocimiento que el Director musical le hiciera públicamente llamando a su selección de repertorios de “gran sabiduría”. Yo conozco a este promotor cultural, se llama José Guadalupe Ojeda Aguilar y vive aquí entre ustedes, los sudcalifornianos: su trayectoria y su personalidad lo hacen un personaje complejo y como me temía, no accedió hablar mucho sí mismo ni del asunto de la música, sólo me dijo: “No descubrí a Vivaldi este trabajo ya se ha hecho siglos antes, este concierto que presentamos ya se había hecho en Rusia, de allá yo lo conocí,  y sólo lo propuse para hacerlo en La Paz, y que bueno que interesó y gusto, pero hasta ahí … No tengo más comentarios, ni de mi currículo ni de mi trabajo”.

Sin embargo, debo yo decir que de todo lo realizado hasta ahora, y de los elogios o críticas que conozco sobre el trabajo musical de José, no tomaría distancia, lo conozco como amigo también, por eso, destaco que a medio concierto el Director musical de esta serie el polaco: Józef Olechowski, detuvo el concierto para hablar de que era estreno para México.

Y cómo entre él y el chelista ruso Vladimir Sagaydo, un músico de excelencia, como ya comenté estrenaría, esa obra de Vivaldi que se creía perdida y que recientemente después de siglos fue encontrada, y propuesta para su estreno por alguien a quien llamó de “gran sabiduría en la música del periodo barroco”, el promotor cultural José Guadalupe Ojeda Aguilar, de quien dijo: «Ya otros músicos lo han elogiado por su trabajo como repertorista y coordinador de muchos festivales pero ya hablo como director de este festival, no conocíamos este trabajo de Vivaldi», y elogió a Ojeda Aguilar por su sensibilidad musical y grandes aciertos del investigador que actualmente vive en el estado y que trabaja en el Instituto Sudcaliforniano de Cultura.

Por eso me pareció, buena idea preguntarle otra vez  sus impresiones a Ojeda Aguilar, pero nuevamente no habló mucho de música ni de su trayectoria, esto se limitó a decirme: “Los músicos  y los artistas en general, suelen ser muy generosos, muy amables. Y,  yo sólo hago un trabajo, el que me corresponde. Con el mismo interés y agrado hago música de concierto que actividades administrativas o de Culturas Populares, mi vocación primera”.  Y luego agregó:

En este Festival,  no estoy solo, el Director del Instituto-  Christopher Amador Cervantes- , el encargado de  Sala de Conciertos La Paz, Luis Peláez, los colaboradores de la Escuela de Música, los productores asociados, los intérpretes, los reseñistas, los medios de comunicación hacen el éxito, pero realmente el que sostiene el Festival es el público, por ellos y para ellos tienen sentido estas labores,  y, asumo que tengo algunos  seguidores de mi trabajo, me abruma un poco –no tengo palabras para agradecerlo- pero, sé que mi trabajo tiene también muchos  detractores  y para serte franco a los dos los escucho y los respeto, pero no mucho más que eso, no es buena tanta vanidad, ya pasé por eso”.

¿Sabes? –Replicó, ante mis comentarios sobre los  elogios a su trabajo –  “Uno se tiene que enfocar en lo suyo, en lo que cree, piensa y ama, lo demás, ya te comenté que es de agradecer sí, pero no es lo sustantivo”. Y,  -añadió riéndose–  “Ya estoy viejo y no sé si sea virtud o defecto de la vejez, pero por eso, muy poco susceptible que soy a elogios y críticas: me centro en el día de hoy porque en un  trabajo como el mío, curiosamente a diario se debuta. Del éxito nadie se puede acordar mañana, de un fracaso se acuerdan por un rato más prolongado, no tengas duda. Así que yo no siento que haga nada sobresaliente, pero aprecio sus opiniones”, finalizó.

Hoy miércoles por la noche, amigos y amigas: La famosa soprano Lourdes Ambriz y el compositor Jesús Echevarría, presentan la obra Canasta de Frutas Mexicanas, acompañados de cuarteto de cuerdas y jarana un elogio a la Nación Mexicana. Esperamos que público colme otra vez la sala de conciertos y que disfruten de esta puesta en escena junto con los Ragás de la India y la Música  Judía las menos convencionales de las puestas que será el jueves, no las menos importantes ni bellas. Muy interesante que será escucharlas y aún hay boletos para ellas. No se las pierdan. Se las recomiendo ampliamente.

(*) Sylvia Rittner es Directora General de Arpegio Producciones, Opera Infantil y Espectáculos Musicales en México, D.F.

Con fotos de Iván Gaxiola.


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