La Paz, Baja California Sur (BCS). En un revés contra el gobernador Marcos Covarrubias y el sector pesquero, se decretó “zona de refugio pesquero” en Comondú para evitar la muerte de tortugas.
Este viernes 10 de abril en el Diario Oficial de la Federación (DOF), se publicó el acuerdo “por el que se establece una zona de refugio pesquero y medidas para reducir la posible interacción de la pesca con tortugas marinas en la Costa Occidental de Baja California Sur”.
En las consideraciones expuestas por el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Enrique Martínez, se establece que investigadores estimaron la correlación entre la temporada de pesca de escama en el Golfo de Ulloa en los meses de mayo a agosto y el incremento en los varamientos de tortugas muertas; sin embargo, debido a que la mortalidad registrada de tortugas marinas, atribuida a las actividades de pesca ribereña (1.8%) es baja, se decidió establecer disposiciones específicas en el Golfo de Ulloa “para incrementar las acciones de pesca responsable y particularmente contribuir a prevenir la interacción de la pesca con las tortugas marinas, mediante regulaciones específicas contenidas en este instrumento legal”.
Además, se enfatiza que “existe evidencia documental de los efectos positivos que ha generado en otros países el establecimiento de refugios o reservas marinas, como modelos de administración y protección de especies aprovechadas en la actividad pesquera, en donde se dan a conocer resultados favorables en cuanto al incremento de la biomasa, las tallas de animales y la biodiversidad en general”.
Por ello, y con base en la Opinión Técnica emitida por el Instituto Nacional de Pesca (INAPESCA), se determinó viable el establecimiento “de una Zona de Refugio Pesquero Parcial y con carácter Temporal, por dos años, en las aguas marinas de jurisdicción federal en el área denominada Golfo de Ulloa, misma que se complementa con medidas para disminuir la probabilidad de interacción con tortugas marinas, bajo un sólo instrumento de regulación”.
Lo anterior, se explicó, permitirá que las investigaciones continúen en el mismo periodo y en función de sus resultados, llevar a cabo las adecuaciones en las mediadas de manejo considerando el Plan de Manejo a cargo del Instituto Nacional de Pesca.
Según el artículo primero del acuerdo, las disposiciones se aplicarán a pescadores, permisionarios y concesionarios que utilicen embarcaciones mayores o menores, en actividades de aprovechamiento pesquero en las aguas marinas de jurisdicción federal, adyacentes a la parte central del litoral occidental de Baja California Sur en el área denominada Golfo de Ulloa.
La Zona de Refugio Pesquero Parcial Temporal en la cual se aplican medidas para reducir la posible interacción de la pesca con tortugas marinas, tiene una superficie de 8,848.2 km².
Además, dentro de la Zona de Refugio, se establece como «Área Específica de Restricciones Pesqueras», la superficie de 2,511 km².
Las inconformidades
Habrá que recordar que a mediados de marzo, el gobernador Marcos Covarrubias se pronunció en contra de que el Golfo de Ulloa fuera convertido en zona protegida por la mortandad de tortugas.
Luego de que el sector pesquero manifestara su preocupación, el mandatario estatal dijo en aquella ocasión que su gobierno no permitiría que se tomaran decisiones que dañaran a los pescadores, pues la zona protegida iría desde Cabo San Lázaro hasta Punta Abreojos.
En este mismo contexto, a inicios del año, organizaciones ambientales advirtieron que autoridades de Estados Unidos aplicarían sanciones contra México debido a que no consideran suficiente la protección que se le ha dado a la tortuga en Baja California Sur.
En tanto, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) y varios científicos estiman que más de 2,000 tortugas mueren al año debido a las prácticas pesqueras en BCS, la mayor mortalidad global documentada.
