La Paz, Baja California Sur (BCS). Pobladores de Puerto San Carlos, en el municipio de Comondú, denuncian un alarmante incremento en el número de robos a casa habitación, negocios, instalaciones deportivas y de servicios a la comunidad, señalando que aunque se han levantado denuncias penales y se tiene plenamente identificados a los ladrones, autoridades municipales ni estatales han dado solución al asunto.
Los pobladores, por tratarse Puerto San Carlos de un lugar donde la mayoría se conoce entre sí, prefieren guardar anonimato ante esta denuncia pública, sin embargo hacen un llamado al procurador de Justicia del Estado, Adonaí Carreón Estrada, asegurando que los robos ocurren ante la complacencia de las autoridades, tanto municipales como ministeriales, quienes pese a que las personas que han sido robadas han acudido a poner su denuncia, incluso con nombres de los autores, no han hecho nada por detener a esta banda de rateros”.
Según los denunciantes, los atracos y sus autores son comandados por una persona apodada “El Pancho”, quien tiene su domicilio, acusan, en la calle Yavaros, entre Progreso y San Juanico, en Puerto San Carlos, y la lista de desfalcos es larga, dicen, sin embargo ofrecen un resumen:
“Cable eléctrico de las instalaciones del campo de futbol, recientemente inaugurado; cable eléctrico del cárcamo de bombeo del sistema de drenajes; cámaras de video vigilancia de una ferretería, cámaras de video vigilancia y cubetas de pintura de un domicilio particular; un refrigerador, dos tanques de gas, uno de 45 kilogramos y otro de 10, artículos de cocina, una puerta de herrería, una hoja de triplay y cable eléctrico, todo de una iglesia evangélica; la batería de una cuatrimotor; y demás y diversos artículos en casas de la región.
La policía de Puerto San Carlos “nunca efectúa recorridos de vigilancia, y cuando se les solicitan argumentan que no tienen gasolina”, explican los pobladores.
“Urge, señor procurador, que se les explique a los policías cuáles son sus funciones”, reclaman, “o en su defecto se contrate gente que sepa y quiera hacer su trabajo, es inconcebible que en una población tan pequeña y con la banda de rateros plenamente identificados, no se proceda a detenerlos y consignarlos ¿o acaso los están protegiendo?”
Los sobrenombres de dos de los rateros de la banda de El Pancho son El Fran y El Truchita, plenamente identificados por sus víctimas.
Todo esto ocurre mientras chatarreras operan sin control, proliferando al grado de invadir las calles para vender y, en muchas ocasiones, encontrarse los vecinos con objetos que le fueron sustraídos en días anteriores.
“Ya entre la población hay mucho malestar y descontento”, muestran finalmente los denunciantes, “incluso estamos pensando en que si las autoridades no pueden o no quieren hacer justicia, vamos a organizarnos y vamos a hacernos justicia por propia mano, como está sucediendo en otras partes del país, porque no estamos dispuestos a perder la paz y tranquilidad que caracteriza a este puerto”.
