La Paz, Baja California Sur (BCS). Los antiguos pobladores tenían un conocimiento profundo de astronomía y, como sucedió en otras culturas del antiguo México, estos grupos regían su vida en base al calendario astral para efectuar sus rituales o cosechas.
Ramsés Orozco, con estudios de la Escuela Nacional de Antropología e Historia y la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), habló de que hay evidencia que lo muestra, pues hay una serie de figuras que se utilizaban para el estudio y comprensión del planeta tierra.
Por ejemplo, en el Cañon del Azufre en el Volcán de las Tres Vírgenes en el municipio de Mulegé, se encuentra simbología que hace referencia a una serpiente que se forma con líneas que suben y bajan en forma de pico o triangulo. Esto significa el ascenso y descenso de venus en el horizonte; el reptil es representado por la cultura maya, mexica o incas, por mencionar algunas.
“El astrónomo primitivo se situaba arriba del volcán, con dominio del horizonte, para colocar sus marcadores de posición, los cuales son los movientes de las estrellas ortos y ocasos”, dijo; con ello, era posible predecir el movimiento del sol y la luna.
La información o símbolo cambiará de cultura en cultura, por la ubicación en la tierra.
Volviendo al tema del Cañón de Azufre, el suelo emana vapores calientes. Los antiguos relacionaban este calor con el inframundo. Entonces, el recorrido del sol que va de poniente a oriente lo comprendieron.
En su pensamiento, dijo el experto del tema, se da rastro de un pensamiento mágico, pues además de la presencia de dibujos que sugieren la culminación de ciclos.
En la parte inferior hay algo que se conoce como Ninpunjo, mencionó, que es un círculo con líneas curvas junto a lo que parecen dos cabrillas.
“Es interesante lo que abajo está asociado, porque los Guaycuras (por ejemplo), habla de que son en lo que transforman los astros, porque la piel de la cabrilla es parecida a una bóveda celeste, pero en negativo”, indicó. Es decir, relacionan el recorrido de las estrellas de poniente a oriente, en un trayecto que las lleva al inframundo para después, en la noche siguiente, resurgir reencarnadas.
La comprensión del funcionamiento del mundo natural para crear una sincronización en la manera de organizar a la sociedad.
“Es volver a regirse por un calendario ritual sagrado, coordinando momentos especiales de movimiento del universo, una coordinación de proceso de la planificación social; es volver a armonizarnos con la naturaleza”, resaltó.
Lo anterior lo expuso durante la inauguración del Huerto Comunitario Cahelmet (agua y tierra, en Cochimí), abierto al público y ubicado Calle Tabasco Lote 7, en Chametla. El Colectivo Kumutú abrió hoy, en vísperas del solsticio de invierno (16:02 del 21 de diciembre de 2014), fecha ideal para preparar la tierra para sembrar.
Existe la agricultura de los etnias Hopi de Estados Unidos que una diagrama similar al símbolo de la paz, pero que en él se identifican los tiempos para sembrar, basados en el ciclo celestial.
“Nosotros obedecemos a otros sistemas rirtuales impuestos por la iglesia, el mercado o el Estado; las posadas se realizan por el solsticio de invierno, es terrible que no se sepa, esos nos vuelve manipulables; hay una incoherencia en el discurso”, puntualizó.
