La Paz, Baja California Sur (BCS). Un distinguido grupo de historiadores de la capital del estado buscarán hacer valer el decreto por el cual se ordena suprimir el calificativo de “Baja” cuando comercialmente se haga referencia a Baja California Sur, por lo que su denominación deberá ser completa.
Conviene mencionar que, el tema fue retomado por el cronista municipal Luis Domínguez Bareño, quien ya realiza los trámites correspondientes ante el Congreso del Estado.
Uno de los fundamentos expresados es que desde 1540, tras la expedición de Francisco de Ulloa, se empezó a conocer a la península como “La California” o “isla de California”, mientras que 2 siglos y medio después, se fundaron los pueblos de Los Ángeles (en 1771), San Diego (1769) y San Francisco (1776) en la Alta California.
Para el año de 1587, se presentó el mapa elaborado por el holandés Abraham Ortelius, cartógrafo real de Felipe II de España, mapa de difusión universal donde la península ya era conocida como California y Cabo de San Lucas, llamado Yeneka por los pericúes, es identificado como «Cabo California». El mapa fue publicado en el Atlas Americae Sive Nove Orbis en 1587; cabe mencionar que el original se resguarda en la Biblioteca Nacional de España en Madrid.
Por su parte, desde hace varias décadas se busca que las entidades no solo conserven el nombre original, sino que se imponga mediante las reformas pertinentes al marco constitucional federal y local el nombre oficial de California para ambas entidades, hoy denominadas Baja California y Baja California Sur, destacó Domingo Valentín Castro Burgoin.
“Evitemos de una vez por todas que se siga utilizando por economía del lenguaje, perversidad o pretensiones de despojo cultural, el término ‘Baja’ por propios y extraños, con el que se persiste “tercamente” en identificarnos”, comentó Castro Burgoin, al tiempo en que pidió el cumplimiento de la ley del 31 de diciembre de 1982, donde se prohíbe el término de ‘Baja’ para designar al estado.
Finalmente, se exhortó a la sociedad a hacer una valoración del proceso que se está desarrollando en la entidad, tanto en el desarrollo del Estado, como en las consecuencias de esta tendencia, entre ellas la transformación de la identidad local.
Con información de Colectivo Pericú
