En lo que va del 2016, se han encontrado 115 tortugas muertas en el golfo de Ulloa: Profepa

Para el período de enero a mayo del 2016 se han registrado un total de 112 cadáveres de tortugas
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La Paz, Baja California Sur (BCS). La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó que el hallazgo de cadáveres de tortugas marinas decayó más del 80 % en el periodo de 2012 a 2015; descendiendo de 1,000 a 112, hasta los primeros 5 meses de 2016.

El monitoreo aplicado por el Grupo Tortuguero de las Californias demostró que el hallazgo de cadáveres de tortugas marinas decreció más del 80% en dicho periodo, ya que en el 2012, fueron 1,000 muertes de la especie registradas; 951 en 2013, 214 en 2014 y 172 en 2015.

Para el período de enero a mayo del 2016 se han registrado un total de 112 cadáveres de tortugas.

Cabe a destacar que los datos sólo reflejan los números de los cadáveres encontrados en la zona, más no la interacción entre la pesca y las tortugas, por lo que, hasta el momento, no se demuestra la causa de mortandad de la especie, según lo dado a conocer por la dependencia.

Por otra parte, la Delegación Federal de la Profepa en la media península, dio de baja al Subdelegado de Recursos Naturales, Antonio Jesús Diaz Rondero, ya que se comprobó la falta de supervisión de dichas especies, lo cual, era parte de su trabajo.

“ Ante la falta de responsabilidad de algunos servidores públicos, fue necesario e imprescindible establecer medidas y controles, y con base en las atribuciones y obligaciones de la Delegación se denunciaron los hechos ante la autoridad competente para el deslinde de responsabilidades”, informó la dependencia.

En ese sentido, la Procuraduría aseguró que, en trabajo conjunto con la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) se trabaja en la implementación de regulaciones y acciones que han sido aplicadas en el Golfo de Ulloa, las cuales incluyen la veda definitiva de pesca en la zona, asó como el establecimiento de un refugio pesquero, el inicio de un programa de protección y monitoreo de la especie, con observadores a bordo, quienes cuentan con cámaras de video instaladas en las embarcaciones, en busca de defender al reptil.


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