Metales pesados de playas negras de Santa Rosalía disminuyeron fauna marina

Santa Rosalía, Baja California Sur (BCS).  Las famosas playas negras de escoria amontonada en Santa Rosalía, en Mulegé, presentan concentraciones elevadas de Cobre y Cadmio que provocaron problemas a las especies que habitan en los sedimentos, por ejemplo, algunas almejas o crustáceos.

Miguel Ángel Huerta Díaz, Jacob Valdivieso Xose Luis Otero, Albino Muñoz y Enrique Amaro, trabajaron juntos para conseguir los resultados de Alta variabilidad en la partición geoquímica de hierro, manganeso y metales traza en sedimentos nocivos del puerto minero de Santa Rosalía, Baja California Sur, México.

Dos puntos seleccionados dentro del puerto, indican que los sedimentos están contaminados con Plomo, Zinc, Cobalto y Manganeso.

Los altos niveles de cobre se asocian con la disminución consistente de la fauna marina y cambios celulares en algas.

“Los organismos que sobreviven al alto de traza de metal, las concentraciones de desechos de la mina se acumularán en ellos y, finalmente, se introducirán en la comida bentónica (organismo que habitan el fondo acuático)”, expresa la investigación.

Los cálculos que se han acumulado en los relaves mineros repletos de compuestos principalmente de sulfuros y óxidos, que están acumulados, por lo menos 120 toneladas de desechos de la antigua minería de El Boleo en una pila, cercana al puerto.

“El procesamiento de minerales enriquece aún más las escorias de minas con metales trazados, añadiendo aún más la contaminación por metales”, subraya el documento.

Y agrega: “Dada la magnitud del enriquecimiento de metales, el dragado de sedimentos portuarios exportarán considerables cantidades de rastro metales a mar abierto, que suponen una amenaza para la fauna marina de organismos.”

Para obtener los datos, los científicos tomaron muestras del fondo para congelarse. “Los sedimentos se descongelaron y después se tomó una alícuota para determinar los porcentajes en peso de agua y sólidos de cada muestra, que se determinaron mediante secado por 1 a 2 g de sedimento húmedo en un horno a aproximadamente 80 ° C hasta que se obtuvo un peso constante”, precisaron las pruebas.

Desde 1868, cuando el cobre fue descubierto en El Boleo, una formación con miles de años de formación. “Se ha calculado que hay toneladas 3×106 de escoria de alto horno en la tierra, una cantidad desconocida de estos residuos de minas distribuidas en los sedimentos de la orilla, y cerca de 1.4×106 toneladas de relaves mineros en presas dispersados”, explican al referirse a las porciones de playas afectadas.