La Paz, Baja California Sur (BCS). Michael Wolf, de 46 años de edad, busca una tripulación en La Paz que desee partir a Chile este 15 de marzo. La recompensa son casi 6,000 millas náuticas de aventura y gastos pagados, pues el viaje entero es a bordo de un motovelero llamado The Disperser. El originario de Orange, California, requiere un máximo de cuatro voluntarios bilingües con amplias habilidades sociales, aunque saber de navegación no es necesario.
En 2004, mientras vivía en una antigua casa rural en el estado de Idaho, Michael estuvo atrapado en el sótano durante un incendio. La pintura del lugar, aún de 1900, año en que fue construida la casa, contaba con una concentración muy elevada de plomo. Él recuerda esa fecha, 3 de septiembre, y todavía se sacude. Además de esas quemaduras en la memoria, a simple vista pareciera haber salido bien librado de aquel siniestro, pero lo que inhaló, asegura, le provocó un daño cerebral irreparable.
Michael realizaba sus estudios en medicina veterinaria para ese entonces y contaba con un promedio de excelencia, por eso, cuando sus notas empezaron a descender es que pudo percatarse de que algo raro había en él.
“Después del incendio empecé a notar problemas, empezando por conseguir un 68 en una prueba en química. Incluso el profesor se sorprendió con el resultado, pues la puntuación que recibí era bastante inusual para mí. Empecé a sospechar que algo andaba mal y unas ocho semanas después del fuego inicié pruebas clínicas, que aunque resultaron negativas en niveles altos de plomo en la sangre, creo que eso fue lo que me dañó, el plomo, ya que su vida media tiene seis semanas, así que pudo hacer el daño y desaparecer, ofreciendo un falso negativo en la prueba sanguínea”.
Al año siguiente Michael Wolf se sometió a pruebas de discapacidad y corroboró padecer una pérdida significativa de la memoria a corto plazo, así como de su razonamiento ejecutivo, diagnosticándole síndrome disejecutivo (DES), el cual consiste en un grupo de síntomas, generalmente como resultado de daño cerebral, que afecta capacidades cognitivas, de conducta y emocionales, al igual que funciones como la planificación, el pensamiento abstracto, la flexibilidad y el control del comportamiento.
Es por esto que más allá de buenos navegantes, lo que se busca es gente empática que esté dispuesta a atender las necesidades de este marinero, casi como un enfermero y asistente, con el viaje, que se extenderá hasta por cinco meses, como único pago de por medio.
Y hay que decirlo, Michael es uno de esos “gringos” rebeldes que no están muy de acuerdo con su país y son más partidarios de Venezuela y Rusia que de su sistema neoliberal capitalista, es por eso que elige viajar a Chile, asegura, el lugar del pacífico con mejores condiciones políticas y sociales para él.
Actualmente se encuentra anclado en la bahía, frente al restaurante Applebee’s, y puede ser contactado para cualquier informe a través del correo electrónico [email protected] o el número de teléfono 612 141 2755.
Mejor lees a esto, completamente, antes que viajar
http://the-disperser.livejournal.com/