La Paz, Baja California Sur (BCS). Tras el desencuentro que mantuvo el exalcalde paceño Francisco Monroy Sánchez con la policía municipal el día que tomara protesta Armando Martínez Vega como presidente municipal de La Paz, integrantes de la fracción parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Congreso del Estado se pronunciaron para denunciar que aquella acción, además de lamentable, fue ilegal.
El diputado Amadeo Murillo Aguilar, dirigente además de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en BCS, aseguró que esta acción surge de “un frenético y desmedido afán protagónico” por parte “de las autoridades entrantes al XV Ayuntamiento”, es decir Armando Martínez y el Partido Acción Nacional (PAN).
El legislador priista observó que fue “violentado de manera flagrante el reciente decreto 2295”, el cual establece que el o la alcaldesa saliente ocupa dicho cargo hasta las 11:59 de la noche del día que entrega simbólicamente el poder, en esta caso el 27 de septiembre, mientras que en este caso “un grupo de funcionarios municipales entrantes intentaron impedir la presencia y entrega del informe del presidente municipal saliente”, asegurando que obedecían órdenes superiores, cuando en ese momento su superior directo era precisamente Francisco Monroy.
“Ni por simple linchamiento ni por exceso de populismo se puede tolerar que un grupo de funcionarios tuerzan la ley al grado de impedir su cumplimiento”, dijo Murillo Aguilar, dejando su pronunciamiento en no más que eso.
Sin embargo, el también líder de la CTM fue secundado por su homólogo y compañero de fracción Joel Vargas Aguiar, quien insistió en que “Nacho Monroy concluía a los doce de la noche” su mandato y que “es muy peligroso aceptar” sin señalamientos el trató que recibió el pasado domingo.
“Debemos observar la ley”, reflexionó finalmente, “porque seguimos caminando y no sabemos qué sucederá el día de mañana, por lo que todos debemos respeto y todos debemos de observar, reitero, la ley”.
chinguen a su madre los dos ( Murillo- Vargas ); era insostenible Monroy y sus regidores
la enderezaron al impedir que entrara ese wey jajajajaja, el fue quien la dejo torcida
El torcedor supremo señala, sin calidad intelectual.