La Paz, Baja California Sur (BCS). En fechas recientes, se realizó una evaluación integral de los manglares que se ubican en Baja California Sur para conocer el estado en el que se encuentran; esto, como parte de una tesis doctoral hecha en la Universidad Autónoma de la entidad.
El estudio aborda la ubicación de todos los manglares, especialmente donde hay sitios de escasa superficie y no reportados dentro del Sistema de Monitoreo de Manglares de México (SMMM).
Además, se hizo una evaluación holística, enfatizando las fuerzas de cambio-presión-estado-impacto-respuesta, metodología generada por la Agencia Europea de Medio Ambiente para describir las interacciones entre la sociedad y el medio ambiente.
“La cobertura del manglar observada en sus tesis es de aproximadamente 29,586.33 hectáreas, 09.21 % superior a lo reportado por el SMMM en 2017, con una diferencia de 2,697 hectáreas”, detalló el estudio del profesor del Departamento Académica de Ciencias Marinas y Costeras, Giovanni Ávila Flores.
Un total de cobertura, 9,198.06 hectáreas están en Áreas Naturales Protegidas; y de las 17 comunidades de manglar estudiadas, 5 se clasifican en la categoría “Preocupación Menor”, 8 en “Poco Amenazado”, 1 en “Vulnerable”, 1 en “Peligro” y en 2 hubo deficiencia de datos.
Sobre los impactos de dichos ecosistemas se expuso que fueron difíciles de estimar en el desarrollo del proyecto al carecer de investigaciones al respecto, pero sí se identifican acciones como la tala y el depósito de residuos sólidos.
“A diferencia de otras entidades federativa, la cobertura ha sido constante […] (pero) existe un número importante de mecanismos de conservación como restauración y rehabilitación ecológica, participación de la sociedad civil y medidas específicas”, afirmó el investigador.
Por otro lado, se argumentó que Baja California Sur es una entidad con un crecimiento importante, siendo una base importante el crecimiento turístico y el desarrollo de infraestructura; a su vez, se está aumentando la población y hay una mayor demanda de recursos, lo que podría afectar a estas comunidades.
Finalmente, se sugiere ampliar los estudios en manglares, al igual que otros ecosistemas adyacentes como pastos marinos, dunas y marismas, a fin de contribuir en su conocimiento y, por ende, a su preservación.
