La Paz, Baja California Sur (BCS). Sólo una de las “cinco rutas básicas” de ascenso a la Sierra de la Laguna y cuatro de los “diecisiete senderos secundarios” se han habilitado hasta el día de hoy después del huracán Odile, que tocó tierra el 14 de septiembre, confirma Benito Bermúdez Almada, director de la Unidad Regional Península de Baja California y Pacifico Norte de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
“Para el caso del ascenso por La Burrera, ya es factible iniciar las gestiones para ascender al valle […], ya estamos preparados para recibir visitantes […] Por San Dionisio, por San Simón y otros ascensos, está todavía en proceso […] Han desaparecido muchos de los senderos, y esto puede traer consigo que se extravíen algunos de los visitantes a la zona y traer consecuencias secundarias”.
Para calcular la cantidad de visitantes que puede albergar la Sierra de la Laguna, de manera que “no se afecte de manera significativa los ecosistemas, los servicios ambientales y la seguridad de los visitantes”, se establecen “límites basados en la capacidad de carga del sitio”, explicó Bermúdez Almada, indicando que esta temporada subirán un máximo de 600 personas.
Tras su paso, Odile dejó “cientos de miles de deshechos y miles de toneladas de materiales”, comentó el director, estimando que la suma de todos los árboles y arbustos que fueron derribados por los vientos del meteoro es mayor a la deforestación acumulada en 45 años.
Tan sólo a la Conanp, la rehabilitación de la Sierra de La Laguna para recibir visitantes le ha costado hasta el momento cerca de 2.5 millones de pesos, mostró Benito Bermúdez, sin embargo el Gobierno del Estado y la Comisión Nacional Forestal (Conafor) también han invertido seriamente, dijo.
En este sentido y para finalizar, indicó que “hay demasiado material combustible” en la zona, por lo que Conanp y Conafor se encargarán de triturar troncos y hojarasca “de arriba hacia abajo”, contratando “personal con recursos de subsidios”.
