La Paz, Baja California Sur (BCS). La Casa Amarilla es el primer edificio realizado con base en mampostería en todo el valle de Santo Domingo. Fue construido en 1952 y desde hace 25 años funciona como museo de historia.
Jesús Cota Cota ha donado prácticamente el total de la colección que exhibe y resguarda el museo, la cual obtuvo a lo largo de 40 años, y lamenta la falta de desarrollo cultural que sufre Comondú, mostrando que un ejemplo es precisamente Casa Amarilla, la cual no cuenta con mantenimiento digno o difusión acerca de su contenido.
“De manera muy personal, me doy cuenta de que hay muy poco desarrollo cultural, a pesar de que en apariencia aquí en el valle de Santo Domingo hay un desarrollo tecnológico, no hemos avanzado mucho en la parte intelectual. Creo que han faltado gobiernos que tengan la capacidad y el interés de desarrollar y promover la cultura en la región […] Este edificio es un símbolo de la historia del municipio de Comondú, de alguna manera todos los comundeños nos identificamos con este edificio, con esta zona, porque aquí nace la historia de la región, tiene los vínculos simbólicos más fuertes”.
Casa Amarilla se construyó por Trabajadores y Asociados S.A. (Tysa), y lleva ese color porque la compañía se distinguía por el binomio “amarillo-marrón”, según recuerda Cota Cota.
“La compañía Tysa venía haciendo el trazo de la carretera transpeninsular, venía haciendo cada cien kilómetros una casa para el resguardo de las cosas, de la maquinaria y también de las gentes que trabajaban en el trazo de la carretera […] Podemos ver que en el kilómetro cien de la carretera transpeninsular hay un edificio muy viejo, que tenía precisamente la misma finalidad que esta casa amarilla”.
Además de utensilios de mediados del siglo XX que narran el crecimiento de Comondú, el Museo Casa Amarilla cuenta con una colección de material lítico, donde destacan puntas de flecha, lanzas, hachas, mazos y cuchillos, la mayoría encontrado en zona Guaycura.
A causa de la falta de espacio, Casa Amarilla sólo exhibe alrededor de 200 objetos de los más de 2,500 que posee, asegura Jesús Ortega, mostrando que para establecer un cambio en términos culturales, “se necesita un gobernante que tenga niveles culturales, con una visión más amplia del futuro”.
“Venustiano Pérez nunca se interesó por nada, porque él carece de cultura, son campesinos que tienen sus méritos en algunas cosas, pero desgraciadamente le hace falta desarrollo cultural a la gente”.
