La Paz, Baja California Sur (BCS). La principal causa de que la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), sitúe a BCS como la entidad con la tasa de desempleo más elevada del país, con 6.85% de la población en edad productiva sin trabajo, es el “castigo” que el huracán Odile dejó en el sector turístico, principalmente en Los Cabos, según Fabricio González Rodríguez, presidente en BCS de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
“Una de las explicaciones las hace precisamente el fenómeno meteorológico que fue Odile, que castigó fuertemente al sur de nuestro estado, y obviamente ese castigo y esa desaceleración económica del polo de desarrollo que es Los Cabos, pues ha hecho que incida en nuestros índices de desempleo, pues hay que reconocer que Los Cabos es un polo de desarrollo insigne para la república y para el estado, si la economía de Los Cabos disminuye, automáticamente la economía de todo el estado tiende a sufrirlo”.
Y es que mientras la ENOE posicionó a la entidad por encima de Tabasco, que registró una tasa del 6.40%; el Distrito Federal (DF), con 6.36%; y Querétaro, con 6.32%, la empresa colocadora Manpower calculó que la generación de empleos para el primer trimestre de 2015 será baja en la entidad, estimando que lograrán apenas el 11% de contrataciones.
No obstante, Fabricio González aseguró que también “hay indicadores que hablan de un nivel de satisfacción económica por encima de la media nacional para Baja California Sur”, por ejemplo en el ramo de la construcción.
“Sí tenemos registro de bajas de empleo en las empresas, especialmente en el sector turístico, porque si nos vamos por estratos, podemos ver que en el terreno de la construcción el empleo es alto […] Nosotros pensamos que paulatinamente se va a ir recuperando el empleo, en la medida en que se vayan poniendo en función totalmente este tipo de fuentes de empleo, como son los hoteles y los desarrollos turísticos”.
Siganles haciendo caso a los esquizofrénicos paranoicos ambientalistas que con sólo la idea de pensar en que puede haber una industria diferente al de andar atendiendo turistas revientan su acalorado cerebro en churro y champurrado.