El mejor peleador de Jiujitsu Brasileño en México es de BCS

Eduardo Zavala Baute fue entrenado por Fredy Sukata, de la casa Gracie, y se coronó ganador del Campeonato Nacional de Jiujitsu Brasileño en 2012
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La Paz, Baja California Sur (BCS).- Buscando la verdad en los puños, Eduardo Zavala Baute salió de México con mochila al hombro y dreadlocks a media cintura. Luego de algún tiempo practicando distintas artes marciales en el cono sur, arribó a tierras argentinas, donde conoció la fama del Carlson Gracie Team y el Jiujitsu Brasileño a través de los hermanos Sukata, Fredy y Mario, quienes labraron en él un campeón que ahora vuelve a su tierra para difundir la disciplina del “arte suave” que le diera paz espiritual y equilibrio.

Es uno de los muy pocos mexicanos cinturones negros que han sido reconocidos por el Carlson Gracie Team, equipo fundador de la primera escuela de Jiujitsu Brasileño en el mundo, que como herencia del pueblo japonés y Mitsuyo Maeda llegó a tierras amazónicas para repartirse por el orbe entero tras el reconocimiento tomado en las peleas del Ultimate Fighting Championship (UFC). En México, según confirma el propio maestro Zavala Baute, no hay más de 5 peleadores en su condición.

De la misma manera, recuerda que en México inició el Jiujitsu tradicional, japonés, mucho antes que el brasileño, y que a la llegada de la técnica sudamericana al país, los cinturones negros del arte oriental simplemente decidieron enfundar el nivel en la técnica brasileña, “no iniciaron desde abajo”, e ignoraron los preceptos del nuevo arte, por lo que en nuestro país, indica, actualmente “el movimiento es grande, pero la técnica y el nivel es bajo, a comparación de Brasil y Argentina”.

En 2012 fue ganador del Torneo Nacional de Jiujitsu Brasileño y ha sido avalado por la Confederación Nacional de Jiujitsu Brasileño en México. Recientemente fundó su propia academia en La Paz, 023 Sukata Brothers, en las calles Jalisco y México, donde ya entrena a más de 40 cinturones blancos.

“Quiero difundir la calidad de vida, el estilo de vida que es el Jiujitsu Brasileño”, explica, mostrando que este arte marcial se traduce en una práctica cotidiana y sutil que transforma, pues el esfuerzo físico que implica el Jiujitsu “tiene que venir de una buena alimentación y, a su vez, de un buen descanso”.

“Que un niño sepa que hay que hacer ejercicio, hay que dormir, llegar temprano, hacer lo que se le dice, se logra con Jiujitsu. Mucho de la lucha es conocerte, saber cómo respiras, cómo late tu corazón. Es un ajedrez físico”.

 


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