Los Cabos, Baja California Sur.- Lo que empezó, al parecer, como un juego para un grupo de jóvenes menores de edad de Los Cabos, terminó en un arresto, que podría llevarlos a prisión, por tratarse de un delito grave.
Un reporte telefónico, vía C-4 en Cabo San Lucas, que alertaba sobre el supuesto secuestro de una persona en el fraccionamiento Villas del Cortez, movilizó a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y a la Dirección de Seguridad y Transito de Los Cabos.
El denunciante, quien reportó los hechos, aseguró en la llamada, que personas a bordo de un coche, Ford Focus 2001, estuvieron dando vueltas al parque de la colonia, donde finalmente optaron por bajarse y perseguir a pie con armas largas a un sujeto, que lograron atrapar y llevarse en el vehículo.
La Policía Ministerial del Estado inició las investigaciones, que apuntaban a una privación ilegal de la libertad; este, se convertiría en el primer secuestro en dos años, puesto que el procurador Gamill Arreola Leal, declaró que durante 2013, en BCS, no se había presentado uno solo.
El 10 de enero, un día después, la Ministerial en uno de sus recorridos se percató que en la colonia El Zacatal, estaba estacionado un carro con las mismas características como el que fue denunciado la noche anterior, por lo que procedieron a inspeccionarlo.
Se pidió al chofer y al acompañante, quienes se identificaron como Mario “M” y Alfredo “M”, ambos de 17 años, descender del coche, en donde se les cuestionó sobre los hechos, que dieron como resultado la confesión de su participación.
Pero todo, según los sospechosos, se trató de un trucó, cita el comunicado de la PGJE. Los jóvenes sólo jugaban a simular un “levantón”, con sus demás amigos. Las armas largas, que utilizaron para su “juego”, eran de juguete.
Al interior del automóvil, se encontraron dos armas deportivas de gas para Gotcha, de la marca Chaser, con un cargador metálico para pinturas marca Spyder, color gris, con empuñaduras negras, y su tanque de CO2 marca JT de 20 onzas.
Alfredo y Mario, fueron remitidos al Agente del Ministerio Público del Fuero Común, con autorización de sus padres; puesto que, en lo que participaron, podía constituirse como privación ilegal de la libertad, un delito grave.
Las armas y el carro, se trasladaron a los patios de la Suprocuraduría en Los Cabos, donde quedaron bajo resguardo y a disposición de la autoridad. Hasta el momento, se continúan reuniendo testimonios y realizando investigaciones.