La Paz, Baja California Sur (BCS). Las huertas de San Isidro, en la serranía al Norte del municipio de Comondú, están a punto de secarse por falta de agua, debido a que el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado (SAPA) de Comondú deja a los campesinos sin el vital líquido o se la da cada 2 meses; ante la desesperación por la pérdida en las cosechas de uva, mango, aguacate e higueras, así como hortalizas y palmares, hace unos días un grupo de usuarios tomaron las instalaciones del SAPA ubicado en la parte más cercana a la presa.
Florinda Higuera Arce, huertera de San Isidro desde hace varias generaciones, indicó a El Sudcaliforniano, que una de las soluciones a este problema sería una obra de perforación, sin embargo, y a pesar de que este proyecto se ha expuesto a prácticamente todas las autoridades, a la fecha no hay una respuesta favorable.
El acueducto de San Isidro fue construido en 1933 con el fin de abastecer a las parcelas de los campesinos, quienes cuentan con su propia dotación de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), sin embargo, la carencia del vital líquido los tiene tan desesperados que además de tomar las instalaciones de SAPA, tumbaron parte de un muro para que llegara más agua a las huertas y amenazan con radicalizar más sus acciones en caso de que no se les dé una solución.
Según la misma fuente, los huerteros de esa comunidad también enfrentan el problema del mal estado del acueducto, una obra construida hace más de 80 años y a la cual sólo se le ha dado «una manita de gato»; desde 1979, asegura, se encuentra aún más deteriorado, y peor después del paso del huracán Odile en septiembre del 2014.
A causa de este deterioro, el canal por donde antes corrían aguas cristalinas, en la actualidad está azolvado, tiene grietas por donde se fuga el agua y a veces hasta animales muertos, lo que representa una grave problema para la salud y el riesgo latente de una epidemia, aunque SAPA transporta el líquido por tubería, pero sólo el que se destina al pueblo. Debido a que se usa el agua del canal para el uso doméstico, es decir para lavar trastes, ropa y para bañarse, entre las familias locales son frecuentes las enfermedades estomacales y de la piel.
La pérdida de las cosechas sería catastrófica para decenas de familias que en su mayoría viven en una situación de pobreza, ya que no tendrían cosecha ni para el autoconsumo, se cita en la misma fuente. «Los gobiernos presumen de sus proyectos para los oasis sudcalifornianos pero en los hechos es otra cosa», dijo Florinda Higuera, «somos un pueblo olvidado, y sólo se acuerdan de nosotros cuando hay elecciones y ocupan el voto».
Este lunes, una comisión de SAPA de Comondú se reunió con los huerteros para buscar un acuerdo, y ante la gravedad del conflicto fue necesaria la intervención del secretario general del Ayuntamiento de Comondú, Humberto Gutiérrez, quien se comunicó vía telefónica conlos inconformes; el Gobierno Municipal se comprometió a hacer una valoración de los canales y aportar el cemento para su rehabilitación, y que Seguridad Pública Municipal multe a quien disponga de agua de riego cuando no sea su turno.
Con información de El Sudcaliforniano / Foto: Archivo.
