La charrería es un deporte poco practicado en BCS por los riesgos, costos y falta de cultura

Raúl Uzeta Espinoza, maestro de charrería del Lienzo Charro Guadalupano, en La Paz, dijo que para la charrería se requieren ganas, conciencia de los riegos, un caballo y un ajuar; como mínimo se ocupan 20,000 pesos de inversión
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La Paz, Baja California Sur (BCS). La charreada es un deporte muy poco practicado en Baja California Sur, debido a que no hay cultura, a la dificultad de practicarlo y a la inversión que se tiene que hacer para llegar a dominar las suertes de esta actividad, como tener su ajuar y su propio caballo; así lo lo dijo, Raúl Uzeta Espinoza, maestro de charrería del Lienzo Charro Guadalupano, en La Paz.

“El charro completo es el que sabe realizar las suertes de la charrería, que son la cala de caballo, jineteada de toro, terna en el ruedo, manganas a pie, manganas a caballo, piales en el lienzo, colas en el lienzo, jineteada de yegua y el paso de la muerte. Baja California Sur es un estado muy falto de cultura charra, literalmente hablando, desde que llegué aquí en 1990 a impartir las primeras clases, donde únicamente había 4 ó 5 gentes queriendo ser parte de esto y tratando de hacer charrería; se está trabajando en ello, pero por lo mismo, es una cosa muy difícil; afortunadamente tenemos el apoyo del gobierno, donde a nadie le cuestan las clases de alguna forma como para poderse integrar a ella; entonces, gracias a ello, hay un nuevo empuje y las cosas se ponen un poco más fáciles […] Si te hablo de cultura, me refiero a que los papás, los abuelos, todo mundo se integre al poder entender qué significa este deporte, como deporte nacional, como muchísimas cosas; la otra, es el apoyo a los que están tratando de practicarlo, claro, genera gastos; y también, estamos tratando de hacerlo más vistoso para el pueblo, pero debido a la gran falta de ganado en el estado, no hemos podido hacer actividades charras en forma; por otro lado, no se puede publicitar mucho porque cuesta, para poder hacer un evento, te puedo decir que nos cuesta alrededor de 15,000 ó 20,000 pesos”, agregó.

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Uzeta Espinoza explicó que para ser un charro se requiere que la persona tenga ciertos elementos importantes para poder practicar, como la soga o la montura, donde todo el ajuar puede costar hasta 15,000 pesos; además de la complejidad que el mismo deporte conlleva.

“Es un deporte complejo, uno como maestro puede solamente estar a cargo de 5 ó 6, no te puedes hacer cargo de 50 gentes […] Al principio había unos 25, mucha gente se ha salido por falta de aptitudes o que les genera un poco de gastos el comprarte una soga, un sombrero; ahorita se trata de poderles ayudar aquí mismo en la asociación, hay manera de que les podemos prestar nuestros caballos, pero al final de cuentas, ellos necesitan tener su caballo y sus arreos […] Sus ajuares son las chaparreras, unas espuelas, un sombrero, una soga, una montura y todo eso genera gastos, todo eso podría costar 10,000 ó 15,000 pesos más o menos, pero es un ajuar que, eso sí, el día de mañana te dura de 5 a 10 años fácilmente sabiéndolos usar y cuidar”.

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El instructor de charrería comentó que otra parte importante de esa actividad es que los que aspiran a convertirse en un charro completo, deben de tener su propio caballo, el cual puede costar, como mínimo 10,000 pesos; aunque dijo, en la asociación se les prestan para que practiquen.

“Un caballo oscila entre los 10,000 y los 200,000 pesos, todo depende básicamente de su educación, de su raza, de muchas cosas; y mantenerlo no es caro, mensualmente, en su pura comida al mejor te gastarías unos 700 pesos […] En el Lienzo Charro, caballos charros, charros, charros, yo creo que son como unos 20, que son los que saben trabajar sobre las actividades de la charrería; el resto que hay aquí, son para cabalgar y son de gentes que se tienen que involucrarse dentro de la charrería; a parte, se necesita ganado y caballada bronca”.

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Uzeta Espinoza aclaró el peligro que corren todos los que están o pretenden practicar la charreada, pues, dijo, incluso va la vida de por medio, y que todos deben estar conscientes del riesgo al que se exponen.

“Aquí te puedes mochar un dedo, te puedes caer del caballo, puedes tener muchos accidentes, el simplemente el hecho, desde que te subes al caballo llevas un riesgo, la gente joven por lo general mide un poco el peligro y las personas mayores, obvio dicen que está muy difícil […] Indiscutiblemente va la vida de por medio, es un deporte de alto riesgo, lo saben completamente sus familias, aquí nadie se integra sin antes consultar a su familia y hacerles ver el riesgo que conlleva el estar practicando este deporte”.

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Raúl Uzeta Espinoza, maestro de charrería del Lienzo Charro Guadalupano, en La Paz
Raúl Uzeta Espinoza, maestro de charrería del Lienzo Charro Guadalupano, en La Paz

Para ser un charro, se necesitan muchas ganas, y tiempo para practicar; en este caso, en el Lienzo Charro Guadalupano, lo hacen mínimo, 13 horas a la semana; además, desde los 8 años, ya hay quienes se atreven a intentar realizar todas las suertes, resaltó el maestro.

“Tener ganas, muchas ganas y ser una persona de bien, que tenga un compromiso y que quiera comprometerse con el deporte y con la tradición […] Aquí a los muchachos les doy clases lunes y miércoles, alrededor de 4 horas; y el sábado, que es la más larga, estamos desde las 3 de la tarde hasta las 8 de la noche; con la excepción de 3, todos son nuevos, empezaron de cero, ya tengo 2 años y medio trabajando con ellos, y como para que logren dominar las suertes charras, yo creo que nos vamos a llevar otro par de años […] Para iniciar con este deporte, estamos hablando desde los 8 ó 10 años de edad, sería la más prudente; el más joven que tenemos tiene unos 12 años, no recuerdo bien”.

Por último, el charro Uzeta Espinoza dijo que tiene toda su vida siendo un charro completo, sabedor de todas las suertes, y que, por razones físicas a dejado de practicarlo, ahora se dedica a compartir todo lo que ´le ha aprendido a los jóvenes que inician en este deporte. “Llevo toda mi vida, yo nací con la charrería, soy charro completo desde los 12 años de edad fue mi primer competencia nacional, y desde ahí, lógicamente de charro completo juvenil, y posteriormente, adulto; ahora estoy retirado por distintos problemas físicos, me he desquebrado todo, lo que hago hoy es transmitir todo lo que sé”, concluyó.


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