Los Cabos, Baja California Sur (BCS). Si alguna vez ha visitado el edificio delegacional de Cabo San Lucas posiblemente conoce a este singular personaje, conocido en la comunidad como Marquitos. Por más de 15 años, Marcos Álvarez Marín se ha desempaño como el bolero de la Delegación, quien además ha tenido la oportunidad de ser testigo del quehacer de figuras políticas de la localidad al pasar del tiempo.
«He tenido muchas experiencias trabajando aquí a lo largo de 15 años, he visto pasar varias administraciones de delegados, de presidentes, de gobernadores», recuerda mientras platica un poco de su historia.
Originario de Veracrúz, Marquitos quien es una persona con discapacidad al carecer de ambas piernas, tocó las puertas del recinto gubernamental buscando una oportunidad laboral como animador o bufón, al haber dedicado gran parte de su vida a la actividad circense.
«Cuando yo llegué estaba de Presidente el ingeniero Narciso Agúndez, estaba de Delegado interino Miguel Ángel Araos; estábamos con él y él fue el que me dio la oportunidad de chambear, yo pedí trabajo porque yo venía de trabajar de un circo, entonces yo quería trabajar de eso mismo, presentarlo en escuelas, en el auditorio», recuerda.
Fue Miguel Ángel Araos quien le propuso que boleara zapatos mientras se les ocurría donde podría trabajar, sin embargo, Marquitos continuó hasta hoy, a sus 40 años de edad, de bolero.
«Él preguntó que si sabía bolear, le dije que sí y pues me dijo que yo iba a bolear aquí en la Delegación y así fue, aquí me puso y aquí sigo», comentó.
Armado de jabón de calabaza, cera, tintas y unos cuantos cepillos, Marquitos limpia los zapatos de sus clientes por tan sólo 30 pesos y ofrece algunas bebidas refrescantes a precios accesibles, y siempre está listo, a un costado de la puerta principal de la Delegación de Cabo San Lucas.
