PGJE encontró el arma con la que asesinaron a Jonathan Hernández, dice su padre

La Paz, Baja California Sur (BCS). El señor Daniel Hernández Aguirre, padre del abogado Jonathan Hernández Ascencio, asesinado la madrugada del 4 de marzo de 2010 en la vía pública y a la vista de muchos, asegura que Adonaí Carreón Estrada, titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), le confirmó el pasado miércoles, en privado, que a cinco años del asesinato fue encontrada el arma con la que se perpetró el homicidio de su hijo; aunque el subprocurador de Investigaciones Especiales, Isaí Arias Famanía, le pidió que no hiciera pública la noticia.

Hernández Aguirre explica que su abogado, Bernardo Soriano, realizando una de sus constantes revisiones a los elementos que se integran al caso, se percató de un documento donde la PGJE hacía constar el hallazgo del arma homicida, por lo que solicitó encontrarse con Carreón Estrada, y ahí, en una reunión en la oficina del funcionario, donde fueron obligados a ingresar sin portar siquiera su teléfono celular, aparentemente por miedo a que la conversación se grabara, fue donde le confirmaron el hecho.

“Nos enseñó el documento donde él dice que con el trabajo científico y de las personas que se encargan de hacer ese tipo de trabajos, efectivamente era el arma que había matado a mi hijo; lo dice el procurador, no yo, que quede claro […] ‘Yo te quiero hacer una pregunta a ti’, me dijo el procurador, ‘¿tú crees que este documento es falso, tú crees que esto que estamos haciendo es mentira, tú no crees en esto?’. Le contesté: ‘Yo te contesto esa pregunta si tú me contestas otra, ¿crees que debo de creerte, luego de cinco años que tengo pidiendo justicia, cinco años que veo desfilar funcionarios deteniendo gente inocente y liberando a involucrados?’ El señor se indignó, se enojó porque no le contesté esa pregunta, pero el que yo diga si creo o no creo, me parece que no tiene ninguna importancia en la investigación que él está haciendo”.

El padre de Jonathan Hernández precisó que no le ofrecieron detalles sobre el arma ni del lugar o de la persona a la que se le encontró, y aunque al asesorarse con su abogado, así como con otros profesionales en Derecho, quienes le mostraron que el hallazgo es la pauta para que el caso se resuelva, no descarta que este avance pueda tratarse de “otro gamilazo” y elijan un culpable “al tin marín de do pingüé”.

“Espero que el procurador dé una conferencia de prensa y aclare qué tipo de arma fue, dónde se localizó, y también saber los nombres de quienes hicieron ese trabajo para encontrar el arma, para saber si ellos realmente están de acuerdo en lo que el procurador dice, que es el arma que mató a mi hijo”.

Al dejar el edificio de la PGJE, narra finalmente Daniel Hernández, se acercó a él el subprocurador de Investigaciones Especiales, quien le solicitó no hacer pública la información, con la excusa de guardar el sigilo, por tratarse de pesquisas furtivas.

«Me pide de favor, y al abogado, que si vamos a dar declaraciones no digamos que ya tienen el arma […], que para no desviar la investigación, pero yo no veo en que se desvíe el que yo diga que ya tienen el arma […]  Ahí es donde empieza a entrar la duda y la desconfianza».