La Paz, Baja California Sur (BCS).- Hasta el primer semestre de 2014, la Asociación Estatal de Padres de Familia (AEPF) ha registrado nueve casos de acoso escolar que han requerido el traslado de alumnos agresores a otras escuelas, así como a sus víctimas, principalmente estudiantes del sexto grado de la escuela inicial, asimismo, se sabe de un caso de embarazo en escuela primaria y cuatro en secundaria.
Óscar Montaño Ojeda, presidente de la AEPF, explica que Los Cabos y La Paz son los municipios más afectados en lo que a bullying y embarazo precoz se refiere, mientras que la mayor incidencia “sucede en las escuelas federales, y generalmente en los turnos vespertinos”.
Debido a su condición de alta migración y marginación, las secundarias de Los Cabos son las más peligrosas del estado, dejó ver Montaño Ojeda, haciendo especial énfasis en las secundarias federales 29 y 35, de Cabo San Lucas, donde se concentra, señala, población de “clase media-baja” y de las “colonias de la periferia”.
El presidente de la AEPF destacó que “en nuestro estado no han pasado casos que tengamos que lamentar”, poniendo en evidencia que el comportamiento de los estudiantes nace en el hogar y se regula en la escuela, por lo que ambos entes se denotan afectados con estos resultados.
“El hijo obviamente es un reflejo de los padres”, apuntó. “Como se comporta el alumno en su casa es como se comporta en la escuela”.
El bullying, recordó por último, se ha convertido ya en un “problema social”, recordando que en dos de los casos en los que la AEPF ha intervenido este año el acoso no sólo se ha perpetrado dentro de la escuela, sino también fuera, lo que ha ameritado el cambio de domicilio de los afectados.
Cabe recordar los dos últimos casos de bullying que han causado interés en la población en los últimos meses, el primero es de un estudiante de Loreto que tras ser atacado requirió de hospitalización y traslado a la capital del estado; así como el caso de una joven en el municipio de Los Cabos, que fue golpeada por sus amigas al grado de causarle un daño auditivo permanente.
