La Paz, Baja California Sur (BCS). Alejandro Rodríguez Rocha es uno de los miles de mexicanos que volvió de Estados Unidos a México luego de la crisis del 2008. Es “paceño cien por ciento”, pero pasó la mitad de su vida en el estado norteamericano de California y hace apenas cuatro años volvió a La Paz, ahora con esposa y tres hijos. En Los Ángeles pasó de empleado de mostrador en una tienda china, a pintor callejero y desde hace 15 años sostiene a su familia vendiendo pinturas a turistas y locales.
“Lo mío es el paisaje”, dice don Alejandro, recordando que en California un amigo mexicano, Luis Antonio Pedroza, le enseñó a pintar sobre platos, sin embargo con lo aprendido inició una nueva técnica, pintura al óleo en espejos, que lo ha encaminado a la auto sustentabilidad. En el país vecino, recuerda, la crisis hizo que sus ventas se redujeran hasta en 70 por ciento, por lo que sus ahorros empezaron a disminuir y tras una difícil decisión regresa a México.
“No es fácil vivir allá tampoco, sí hay oportunidades, pero creo que la libertad no tiene precio, y aquí somos libres […] Yo siempre tuve las ganas de regresar, yo siempre tuve el deseo de que Dios me concediera volver aquí, aunque cuando regresé me entró la melancolía, quizá estaba demasiado acostumbrado a Los Ángeles, de hecho llevaba la mayor parte de mi vida allá, y cuando volví fue como llegar a un lugar desconocido, todo se me hizo nuevo, aquellos niños que habían quedado ya estaban casados, ya tenían hijos, lugares que yo no había visto”.
Rodríguez Rocha pinta todo tipo de paisajes, desde desérticos y marinos, hasta paraísos tropicales y pequeños pueblos, aunque las pinturas que más vende son sin duda las del arco de Cabo San Lucas, el hongo de Balandra y del Mogote, siendo el turismo nacional el que más adquiere este tipo de pinturas a manera de suvenires.
“Para mí esto fue una bendición de Dios, el que haya puesto la pintura y a esta persona en mi camino porque a partir de ese momento yo dejé de trabajar para otra persona y fui yo mi propio patrón y vivo cómodo, porque me da para sostener mi familia, entonces es como el futbolista, se divierte jugando y le pagan […] Todos podemos hacer algo, es cosa de descubrirlo, a veces nos llega la oportunidad, es cosa de intentarlo […] Yo hago lo mío, tengo mis propias ideas y de esto vivo”.
Según datos del Instituto Nacional de Geografía e Informática (Inegi), en el año 2000 17 de cada 100 mexicanos que emigraban a Estados Unidos regresaban, diez años después el porcentaje aumentó a 31 puntos.
En un estudio realizado en abril, el Pew Hispanic Center señaló que entre los factores relacionados con esa tendencia se incluyen el aumento en deportaciones, el reforzamiento de vigilancia y los peligros crecientes en la frontera, al igual que la crisis del mercado laboral en América del Norte y la declinación a largo plazo de la tasa de natalidad en México.
