La Paz, Baja California Sur (BCS). Actualmente el Museo Regional de Antropología e Historia de BCS se encuentra en remodelación y ofrece acceso a sólo el 65% de su espacio, exhibiendo alrededor del 12% del total de sus objetos; “han sido años difíciles, batallosos, y los apoyos se han dado, pero se han dado a cuenta gotas”, asegura su director, Alejandro Zúñiga, que aún con carencias promete que 2015 será distinto, logrando que el recinto de colecciones y pasado sudcaliforniano se convierta en uno “de los más modernos del país”.
El director del museo espera que a finales de agosto culmine la remodelación y que a finales de febrero de este mismo año inicie la primera de cuatro “grandes exposiciones” que se llevarán a cabo a lo largo del año, confirmando que ésta será sobre el arte sacro de BCS, desde reproducciones de fachadas, hasta verdaderos objetos litúrgicos de la época misional. La exposición se extenderá a las afueras del museo con fotografías, frente al Ágora de La Paz.
Serán exposiciones con nuevos discursos museográficos, propuestas más llamativas, dijo, como la construcción de una cueva de ocho metros de ancho por cuatro de alto, donde se expondrán pinturas rupestres, o la instalación de un par de estípites de principios del siglo XIX, las cuales ya han sido restauradas.
“Será uno de los [museos] más modernos del país, en el sentido museográfico, quizá no tengamos tantos electrónicos, tantos interactivos y demás, porque para eso necesitas presupuesto de mantenimiento, pero en el otro sentido, en el sentido museográfico como tal, será muy moderno […] La única manera que tiene un museo de competir ante tanta propuesta electrónica, tanta propuesta virtual que hay ahorita en el mundo, es planteando objetos que te permitan una visualización significativa”.
El museo cuenta con aproximadamente 6,000 piezas, el 88% de ellas en el depósito de colecciones, es decir, no se exhiben. Un ejemplo es el fósil de una ballena, la columna y parte del cráneo, en realidad, con una antigüedad aproximada de 15 millones de años, el cual da muestra del “cambio de un cetáceo dentado a un cetáceo barbado”.
Existen distintas razones por las que estas más de 5,000 piezas no tienen acceso al público, señala Alejandro Zúñiga, la primera es la falta de espacio, señala, y la segunda es que “no pueden entrar en el discurso” del museo, dice.
“Son colecciones que están resguardadas por el museo, que tienen un valor importante, pero que no pueden estar en el montaje […] Muchas de ellas fueron donadas, fueron entregadas o pertenecen a investigación y no caben en el discurso museográfico […] Con lo que hay que jugar es con el objeto y la gráfica que acompaña al objeto, para hacerlo más atractivo, llenar de objetos una sala te lleva a hacer un planteamiento museográfico un poco desfasado, en los años sesenta, setenta, y aquí en Baja California Sur hasta los ochenta o noventa, era lo que se así, grandes bazares de piezas, como si esa fuera la mecánica, ahora lo que tratamos es que el objeto sea un prisma que te dé diferentes posibilidades: educativas, de comunicación visual, de comunicación sonora, de comunicación sensorial”.
En estos momentos la exposición permanente del Museo de Antropología e Historia de BCS muestra alrededor de 700 piezas, divididas en Arte Rupestre, Arqueología, Independencia de México, Las Intervenciones, Revolución Mexicana y Siglo XX; para este año se espera concluir con Primeros Contactos, una exposición sobre misiones y pueblos civiles de la media península.
Las tres piezas más llamativas en exhibición son el fósil de un ostión de piedra, con 84 millones de años de antigüedad; una punta clovis, de aproximadamente 12,000 años; y un cuchillo ceremonial encontrado en El Conchalito, de carácter votivo, con 1,200 o 1,800 años de antigüedad.
