Investigador de la UABCS en La Paz realiza modelo del cráneo del famoso fósil ‘Lucy’

El catedrático Luis Herrera Gil se dio a la tarea de reconstruir el craneo del Australopithecus Afarensis, llamado "Lucy"
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La Paz, Baja California Sur (BCS). El biólogo Luis Alberto Herrera Gil, encargado del Laboratorio de Paleontología de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, realiza una copia del cráneo de «Lucy», un famoso Australopithecus afarensis descubierto en 1974 en el Noreste de África, que se suma a las pruebas de la evolución, en este caso, de los seres humanos; la UABCS, a través de un boletín de prensa da a conocer los detalles al respecto.

Se dice que los simios se irguieron y caminaron sobre sus 2 pies hace más de 10 millones de años, creando así, con el pasar del tiempo, una nueva familia biológica de la cual surgiría el humano actual: los homínidos. De acuerdo a los especialistas en el tema, uno de los causantes naturales de esta evolución es el cambio climático, un fenómeno que ha estado ligado a la tierra por muchos años. Según se cree, el aumento del calor y la sequía afectaron la vegetación africana de aquella época y redujeron la cantidad de árboles; los simios que se refugiaban de sus depredadores en ellos, tuvieron que enfrentar el riesgo de caminar entre la sabana para buscar comida y refugio; así, la mejor manera de avanzar a través de la espesa hierba fue de pie, es decir, adoptando una postura erguida, con la cual podían ver hacia dónde iban y estar alerta de los depredadores.

A partir de ese momento, comenzaron a surgir nuevas especies de homínidos, en un proceso evolutivo de millones de años. Uno de ellos fue el Australopithecus afarensis. Se sabe que este organismo vivió entre los 3 y 4 millones de años antes de extinguirse. También se sabe que pertenece a una especie intermedia entre los simios antropoides y los humanos.

De acuerdo con el biólogo Luis Alberto Herrera Gil, encargado del Laboratorio de Paleontología de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, este Australopithecus es muy importante debido a que pertenece a una rama que, probablemente, le dio origen al género Homo, del cual proviene el humano actual; no obstante, también cabe la posibilidad de que sólo sea una especie cercana a nosotros, aclaró.

El fósil más representativo del Afarensis es «Lucy», un espécimen que fue descubierto en noviembre de 1974 por los paleontólogos Donald Johanson, Yves Coppens y Tim White, al Noreste de África. Los restos de Lucy fueron encontrados en una zona conocida como “El triángulo de Afar”, una depresión geológica que ocupa parte de Eritrea, Etiopía y Yibuti, razón por la cual el fósil recibió el nombre de “Afarensis”.

En el lugar del descubrimiento se encontraron un conjunto de fragmentos óseos que representan el 40% del esqueleto total de Lucy, lo cual, la hace especial en comparación con otros hallazgos en los que sólo se recupera a penas el 1% de las estructuras óseas; de la parte inferior de la cabeza sólo se encontraron algunas piezas como la mandíbula y partes del cráneo, desafortunadamente este último no está del todo completo. Sin embargo, desde el descubrimiento de la osamenta, se han realizado varios intentos por recrear el cráneo completo de Lucy. El investigador de la UABCS, también se ha unido a estos esfuerzos paleontológicos, ya que desde hace un tiempo atrás, ha construido una réplica fidedigna del cráneo del Australopithecus afarensis.

La reproducción craneal se encuentra en manos del paleontólogo y actualmente es utilizada exitosamente con fines educativos. “La iniciativa surgió gracias a Efraín Pérez, estudiante de Geología Marina, quien tuvo la idea de diseñar una actividad escolar infantil que involucrara réplicas de cráneos. En ella incluimos la reproducción ósea de Lucy, la cual ha causado emoción en los niños quienes se alegran de tener en sus manos el cráneo de un afarensis y ver que también aparece en sus libros de historia”.

Herrera Gil señaló que en 1994 se realizó en la UABCS una exhibición de evolución humana que llevó por nombre “El amanecer de la humanidad”. En dicho evento, el paleontólogo modeló una primera réplica del cráneo de Lucy que fue creada siguiendo las publicaciones científicas de aquella época; gracias al hallazgo de fragmentos óseos de otros Australophitecus afarensis, señaló, “fue posible reconstruir una muestra razonablemente certera”.

Afortunadamente, con el pasar de los años y los nuevos descubrimientos sobre esta especie, hoy en día existen más detalles que permiten elaborar una representación más precisa. Por lo que, 21 años después, el investigador decidió hacer otra reconstrucción incorporando a su modelo la información más reciente.

“Nos dimos a la tarea de volver a construir el cráneo de Lucy tomando como punto de partida la mandíbula, pues tenemos una copia directa de la original y eso nos facilitó el trabajo. Con mucho cuidado, fuimos reconstruyendo la parte alta del cráneo utilizando medidas muy calibradas y, finalmente, logramos la reproducción”, dijo el encargado del Laboratorio, quien considera que la réplica aún necesita ser perfeccionada, no obstante también expresó que el cráneo está listo para ser utilizado en exhibiciones y como material pedagógico.


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