La Paz, Baja California Sur (BCS).- Con la serie “Cerca de la Tierra”, la fotógrafa paceña Elizabeth Moreno Damm obtuvo el premio del jurado en el concurso “El México de los mexicanos II”, que entrega el Fomento Cultural Banamex repartiendo un monto total de 130 mil dólares a 36 galardonados nacionales y extranjeros.
Un jurado internacional, integrado por profesionales en el campo de la fotografía y las artes visuales, seleccionó entre 52 mil 917 fotografías y eligió la impactante serie de la sudcaliforniana, un proyecto documental sobre la vida en los ranchos de la península de California.
“Este proyecto lo inicié en 2009, y aunque ya se ha expuesto no lo considero cerrado aún”, explica la artista, “la motivación para realizarlo surge de mi interés por la vida ligada al medio natural, diferente a la vida que se lleva en la ciudad […] Desde pequeña tuve la oportunidad de conocer las zonas rurales del estado y creo que mi fascinación por todos estos lugares y las personas que los habitan proviene de esas experiencias”.
A los 18 años, Moreno Damm tiene su primer acercamiento profesional con el arte de la imagen impresa al tomar un diplomado en fotografía por la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), lo que la motivó a llegar hasta el Colorado Mountain College, donde estudió de lleno la carrera en fotografía. Al egresar trabajó con varios fotógrafos como asistente, piso agencias y estudios de impresión fina y por último colaboró en el Anderson Ranch Arts Center como técnica en el laboratorio de fotografía. Es en 2008 cuando toma la decisión de regresar a su ciudad natal, donde radica hasta la fecha, establecida como documentalista independiente y propietaria de un estudio de impresión fina.
Elizabeth Moreno recuerda que aunque no hubo un instante determinante en su vida que la convirtiera en fotógrafa, si hay un antes y un después luego de admirar el cometa Hyakutake. En el planetario de La Paz la curiosidad por el espacio exterior le dio la oportunidad de fotografiar este fenómeno celeste, y poco tiempo después compró su primera cámara, una Pentax Honeywell de los de los años 50 que usó para capturar un eclipse parcial de sol en 1998. “Para terminarme el rollo del eclipse empecé a tomar fotos de otras cosas, y ahí inició todo”, confiesa.
“La cámara es solo una herramienta, un objeto, como un lápiz o una computadora para el escritor. Creo que una fotografía valiosa, que te mueve, surge de muy adentro, no se origina en el aparato ni al momento de hacer clic, todo surge de ver cosas o eventos y querer registrarlos o comunicarlos de una manera específica, de la necesidad de crear una imagen que no existe, a lo cual se suma todo el bagaje y experiencias que vamos adquiriendo a lo largo de nuestra vida; por lo que aún sin cámara uno sigue viendo como fotógrafo, es decir, viendo fotos en tu entorno y en tu mente todo el tiempo. En el trabajo documental que yo realizo, una gran parte del tiempo no estoy fotografiando, sino escuchando, compartiendo, aprendiendo y observando. Por todo esto es que las discusiones de equipos o técnicas diferentes para mí generalmente tienen poco sentido, más bien creo que hay que poner atención a lo que queremos comunicar, a lo que tenemos que decir, por lo que Elizabeth Moreno sin una cámara sigue siendo Lisi, con ganas de aprender, conocer y expresarse”.
Moreno Damm ha sido acreedora de apoyos estatales del Programa de Estímulos a la Creación y al Desarrollo Artístico (PECDA) y del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC), pero también ha recibido impulsos nacionales del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca). Su trabajo ha sido expuesto tanto en México como en Estados Unidos y España, y ha obtenido reconocimientos en concursos como el Daylight Photo Awards de 2010 y el Pictures Of the Year edición Latinoamérica 2013.
Si bien, los proyectos artísticos personales de la fotógrafa paceña tienen que ver con fotografía fija, en estos momento se encuentra incursionando en la multimedia y realizando algunos trabajos por encargo de video documental a través de Producciones Cormorán, en colaboración con Alejandro Rivas. En sus planes está seguir viviendo en La Paz y continuar retratando los rostros escondidos de BCS, permanecer cerca de la tierra.
“Mi más profundo y sincero agradecimiento a las personas, amigos, que viven en las sierras y desiertos de Baja California Sur, que me han brindado la oportunidad de convivir con ellos y que me han abierto las puertas a lo largo de estos años. Las experiencias ahí vividas son parte muy importante de mi ser y de la fotografía que realizo. Asimismo, quiero agradecer a todos aquellos que me han apoyado en este camino, mis padres y mi hermano, mi compañero de vida, familia, maestros, colegas y amigos”.