La Paz, Baja California Sur (BCS). Las aguas negras se extienden sobre la carretera que conecta a La Paz con Tijuana, a veces hasta llegar al otro lado de la vía e inundar también la autopista que lleva al Aeropuerto Internacional Gral. Manuel Márquez de León, todo porque “se taponea la tubería”, y aunque el Ayuntamiento sabe que “es un foco de infección” y significa un riesgo para los conductores, la solución no está en sus manos, explica la alcaldesa Esthela Ponce Beltrán, pues el lugar donde se encuentra la laguna de oxidación que provoca los problemas es de los ejidatarios de Chametla.
“Es un problema que tiene realmente el ejido de Chametla, que tiene esa concesión y que se ha reparado un par de veces y que vuelve a tener un problema […] Les hemos hecho un llamado nosotros a los ejidatarios para que resuelvan este asunto, no nos corresponde a nosotros, nos hemos puesto a la disposición de ayudar, pero espero que ya quede en estos días resuelto, de acuerdo a la conversación que tuvimos”.
Esto ocurre al menos dos veces por semana y las inundaciones permanecen hasta dos días, ocupando extenciones de hasta una manzana.
El sistema que mantiene drenada la laguna de oxidación “quedó dañado desde el huracán Odile”, según explica Ponce Beltrán, por lo que los ejidatarios esperan recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), a través de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), para iniciar reparaciones.
Hasta el momento, asegura la presidenta municipal, “se han hecho algunas obras que no son la solución de fondo”, lo que confirman vecinos del lugar, quienes además de vivir en la zona tienen un pequeño negocio de comida que se ha visto seriamente afectado por el mal olor y la presencia de moscas, ya que en sus momentos críticos las aguas negras rodean el negocio, por lo que han construido barreras de arena para luchar contra ellas.
Finalmente, cabe resaltar que gracias a las atípicas lluvias del verano y la derrama constante de agua en la zona, el camellón que separa la carretera al norte y la vía que lleva al aeropuerto se ha poblado de maleza, la cual aprovechan ganaderos de la zona para llevar a sus animales a pastar, aumentando el riesgo de accidentes de tránsito, pues es común ya encontrarse con vacas y caballos atravesando las calles.
