Empresa derriba barda vecinal en La Paz; “pégale a la pinche vieja”, dijo dueña a obreros

La Paz, Baja California Sur (BCS). Este martes, alrededor del mediodía, por tercera vez, la dueña de un negocio aledaño a la Privada San José, en la colonia Inalapa, en La Paz, intentó derribar la barda vecinal para dar acceso vehicular a un predio que está al fondo de ésta. En esta ocasión, logró derrumbarla casi en su totalidad, pues ahora utilizó maquinaria para hacerlo.

Los vecinos, como en todas las anteriores ocasiones, se opusieron al acto, colocándose en la pared para evitar que la dueña de la empresa cumpliera su cometido; no lograron mucho, pues la empresaria pedía a sus trabajadores de obra que siguieran haciéndolo, incluso aunque estuviera una de las vecinas ahí, diciendo “pégale a la pinche vieja”, contó una de las habitantes del lugar.

Al principio del conflicto – poco más de 3 meses – los vecinos se dieron cuenta de que la señora Carla Jongitud Mendorozqueta – dueña del negocio – intentó derribar las barda para tener acceso a su negocio, el cual está a un costado de la Privada; pero al final, lograron detenerlos, pues éstos lograron ampararse legalmente.

La segunda vez, dos meses después, logró derrumbar un pedazo de pared, de 1 por 2 metros; en ese momento los colonos no lograron hacer nada, pues Jongitud Mendorozqueta presentó un documento firmado por el director de Desarrollo Urbano y Ecología del Ayuntamiento de La Paz, Armando Anaya Carbajal, en el cual se les autorizaba abrir ese espacio.

En estas dos ocasiones, los vecinos de la Privada pensaban que la dueña del lugar pretendía tumbar la barda para abrir un acceso vehicular a los clientes de su negocio y aprovechar la calle. En esta última vez, se dieron cuenta de que la señora subdividió su terreno en 2 partes, su local y otro predio, el cual quedó encerrado entre su comercio, las casas colindantes y la calle en cuestión; el terreno lo quiere vender a otra persona, y al parecer, hay un proceso de compra-venta, ya con anticipo incluido, explicaron los habitantes. Pero ahora no presentó ningún documento que avalara por alguna autoridad el derrumbe de la misma.

Este martes, mientras se derribaba la barda, acudieron algunos vecinos que estaban ahí y otros más que tuvieron que dejar sus trabajos para atender el asunto, además del abogado de éstos, la dueña del negocio y los compradores del terreno. El comprador comentó que sólo quiere construir una casa en el lugar, y les aseguró que reconstruirá la barda y colocará una cochera. Les preguntaron a los vecinos que, si ellos estaban de acuerdo en ello, a lo que éstos respondieron que “hasta que no haya una resolución de un juez”.

El abogado de los habitantes les comentó a los compradores y a la dueña del negocio “el acto en su origen, yo lo revisé, y está mal. La subdivisión está bien hecha, bien autorizada, si hubiera tenido continuidad esta área. Suponiendo que esto hubiera sido una calle, que siguiera hasta la Colosio, aun así, tenía que haber un procedimiento para llegar a tumbar esa delimitación (barda)”.

Finalmente, el lugar quedó lleno de escombros, pues, como el acuerdo fue esperar la decisión final de un Juez, hasta ese momento lo retirarían. Los vecinos se quejaron de que esto podría provocar que personas se metieran ahí, así como animales, y que en época de lluvias llegue inundarse o la proliferación de mosquitos. Para ello solicitaron la presencia de la Policía Municipal y de Protección Civil, pero ninguna de las autoridades acudió al llamado. La audiencia será hasta el día 22 de septiembre y la dueña del negocio ya fue notificada para presentarse.

El conflicto principal que manifiestan los vecinos es que el proceso estuvo mal hecho, ya que la barda está en propiedad privada, no es vía pública y no le pertenece al Ayuntamiento; aunque, previamente, el Director de Desarrollo Urbano dijera que ésta “no era de nadie”, documento con el cual se basó Jongitud Mendorozqueta para derribarla. Además, no les ha gustado la actitud prepotente con la que habla y actúa la dueña del negocio al dirigirse a ellos, aseveran.

“Del propietario original de esto se hizo una denuncia, a través de un apoderado legal […] tiene un remanente de superficie privativa que nunca transfirió, de metros a su favor, ni al Ayuntamiento ni nada, tan es así que la barda se construyó dentro de su lote, la barda él la hizo […] Él plasmó y lo construyó para que fuera un acceso para las casas que él hizo”, explicó el abogado.

Por último, los habitantes de la Privada buscarán una audiencia con el alcalde de La Paz, Armando Martínez Vega, para que resuelva el conflicto, pues en varias ocasiones, la dueña del lugar ha expresado tener influencias con servidores públicos, incluyéndolo a él.

“Los vecinos pedimos públicamente que nos dé audiencia el Presidente Municipal para exponerle nuestro sentir y exigir nuestros derechos, ya que los funcionarios al parecer no hacen su trabajo ni se respetan las leyes. Y exigimos se actúe conforme a ley y que sea un juez que determine los derechos de cada una de las partes involucradas”.