La Paz, Baja California Sur (BCS). Personas que vivían en Los Cabos, pero que son de otros estados o países, al conocer el tiempo que llevaría restablecer la energía eléctrica, decidieron dejar negocios y propiedades para esperar que la situación mejore.
Uno de ellos es Gerardo Romero, agente de seguros de la empresa Monterrey y, además, comerciante de líneas de calzado y suvenir de arte. A través de Baja Ferries, él y su esposa decidieron partir a León, Guanajuato.
“Nos agarró la desesperación, todos los supers fueron saqueados, no quedó un solo con algo, se trataba de alimento, pero saquearon todos”, explicó. Atrás quedó su casa rentada, “y nuestra propiedad; le dijimos a un vecino que las cuidara”, precisó.
Precisamente, Ricardo de la Cruz Musalem, director nacional de Protección Civil, que dos mil turistas estarían saliendo vía marítima desde el jueves que pasó. Ese mismo día, 700 pasajeros buscaban zarpar hacia Topolobampo, Sinaloa.
Los trabajadores del puerto, enumeraban a las personas porque si acaban los boletos, queden para la próxima salida.
Todos los días parten dos embarcaciones al puerto sinaloense, el California Star con capacidad de 1,500 personas y La Paz Star con 300.
Miguel Cano, originario de Durango, vivió por ocho años en Los Cabos. Hace seis meses conoció a su novia, una norteamericana con quien trabaja en el negocio de logística para bodas en Los Cabos, pero todo se vino abajo con el huracán “Oldie”.
“Estamos viendo si nos quedamos aquí en La Paz, por lo menos, tres semanas o un mes. Yo creo que no volvemos a Los Cabos”, dijo.
Pero no todos están dejando la entidad. German Romero aseguró que padres de familia están sacando a sus mujeres e hijos, pero ellos se quedan a resguardar sus bienes material, con la finalidad de evitar ser asaltados o robados.
Consideró que hubo un exceso de pánico, pero reconoció que la organización ayudó a vigilar las colonias en la que habitan. Miguel Cano, comentó que el caminaba con un cuchillo para apoyar en los rondines de su fraccionamiento.
Que se queden a barrer! Un verdadero sudcaliforniano, aunque no haya nacido aquí, no raja y ayuda a que esto se levante.