La Paz, Baja California Sur (BCS). Los integrantes del Frente Ciudadano por la Defensa del Agua y la Vida anunciaron, al mediodía de hoy, su decisión de levantar el plantón que duró un mes en el Palacio Municipal, luego del acuerdo conseguido con el XIV Ayuntamiento de La Paz.
Por lo tanto, las 37 organizaciones de la sociedad civil que pertenecen a este movimiento, resolvieron, también, que Raúl Conde Peraza, El Huizapol y María Elena García García terminaran, después de dos días, con la huelga de hambre toda vez que la Dirección General de Impacto de Riesgo Ambiental (DGIRA) de la Semarnat emitió un resolutivo, del cual aún no se conoce su contenido.
Juan Ángel Trasviña Aguilar, presidente de Medio Ambiente y Sociedad (MAS), leyó un texto en el que argumentó cada uno de los puntos del por qué se retiraban de la explanada del gobierno municipal.
“Este plantón es evidencia irrefutable de la exigencia de la ciudadanía, es una prueba que ninguna autoridad puede ni debe ignorar, sino todo lo contrario, ya que está obligado por mandato constitucional a garantizar agua, medio ambiente sano y fuentes de trabajo dignas, que preserven los recursos de esta generación y las venideras”, expresó.
Durante la noche del 7 de mayo, tras los pactos conseguidos con el gobierno del estado, los manifestantes se trasladaron al edificio en el que gobierna, Esthela Ponce Beltrán, para exigir que la autoridad municipal se promulgara en contra de la minería extensiva o a tajo abierto.
Después de un mes de presiones, distintos altercados entre policías y protestantes, así como la irrupción de una sesión ordinaria de Cabildo, se consiguió que la municipalidad lanzara un documento en el que gobierno se opondrá a “proyectos industriales ajenos a los intereses de los habitantes de nuestro municipio”.
“La sociedad sudcaliforniana está informada y consciente del peligro en el que nos encontramos y ha demostrado que está dispuesta a luchar, a defender su agua, su ambiente, la vida de esta generación y el futuro de sus hijas e hijos”, declaró.
Son más de 65 mil firmas, expresó, están en contra de la megaminería tóxica porque “es el más frágil ambientalmente y el de menor índice pluvial de todos los que conforman al país, por ello, los acuíferos no se recargan lo suficiente, y están sobreexplotados: este es el motivo de la escasez de agua en la que vivimos”.
