La Paz, Baja California Sur (BCS). Otorgando una función en el Teatro de la Ciudad este domingo 12 de octubre, la obra El arquitecto y el emperador de Asiria cerró temporada con planes de presentarse este mismo año en Argentina, según explica su director, el sudcaliforniano Omisis Beltrán.
El arquitecto y el emperador de Asiria es un texto original de Fernando Arrabal, quien junto a Alejandro Jodorowsky y Roland Topor fundó en 1963 el Grupo Pánico, que, en palabras del propio Arrabal, se conforma como “la crítica de la razón pura”.
“Es la pandilla sin leyes y sin mando, es la explosión de ‘pan’, es el respeto irrespetuoso al dios Pan, es el himno al talento loco, es el antimovimiento, es el rechazo a la ‘seriedad’, es el canto a la falta de ambigüedad, es el arte de vivir que tiene en cuenta la confusión y el azar, es el principio de indeterminación con la memoria de por medio… y todo lo contrario”.
En El arquitecto y el emperador de Asiria es difícil saber qué es actuación y qué es parte de la realidad. Los actores se preguntan líneas del guión entre ellos mismos y hacen pausas para descansar de la actuación, mientras bromean o dan órdenes a tramoyistas y músicos, todo a manera de ensayo, dejando a los espectadores vivir tras bambalinas de la obra.
El arquitecto, como llama Omisis a la obra, fue presentada en La Paz por primera vez hace cuatro años en el marco del Encuentro Estatal de Teatro, también por Omisis Beltrán y el pintor Elti Lora, que además de jugar un papel determinante en el ambiente del arte plástico en la entidad, ha demostrado que el teatro es igualmente una extensión de su ingenio y deseo creativo.
Este año, sin embargo, no acudirán a la máxima fiesta escénica que ofrece el Instituto Sudcaliforniano de Cultura (ISC), pues consideran que ésta ha perdido su esencia para dar dos pasos hacia atrás, tan sólo por volverse complaciente con los “teatreros” que no conocen otro tipo de drama además del “convencional”.
Y es que en 2014 la convocatoria al Encuentro Estatal de Teatro ha recibido una serie de adecuaciones, sugeridas por “artistas” de La Paz y Los Cabos, que al grupo de actores, productores y directores sudcalifornianos que se han formado fuera de BCS, principalmente en Ciudad de México y Veracruz, le resultan un descenso en la calidad de las obras y sus participantes, pues se han eliminado estímulos para las obras ganadoras y los requisitos de registro se han vuelto tan laxos que incluso pastorelas de secundaria podrán participar.
“Se me hizo muy curioso, porque decidieron que no hubiera estímulo para los ganadores y decidieron, en cambio, tener una fiesta parecida a los Óscares. Uno lo oye y piensa que son chistes, pero desafortunadamente no […] Ahora en el Encuentro solamente se presentan obras, pero no hay estímulos para los creadores ni para nadie […] Habla mucho de cómo nos resistimos y cómo nos da un poquito de miedo el hecho de que otras personas empiecen a implementar un teatro un poco más interesante o con mayor juego, dentro de las posibilidades mismas que el teatro te da como arte […] Esto, claro, limita la creación de espectadores que conozcan de teatro, los espectadores jamás han tenido otro punto de partida además de las cosas que hace esta gente, que son muy cuadradas en cuanto a contenido, en cuanto a historia, que tienen la parte mínima del teatro”.
Omisis Beltrán recordó que durante una de las ocho representaciones de El arquitecto en el nuevo foro El Tentáculo, de galería La Medusa, estuvo presente el director del ISC, Christopher Amador Cervantes, quien los invitó a cerrar temporada en el Teatro de la Ciudad, con lo que se demuestra, señala el actor y director, que el funcionario “tiene la intención de generar otro tipo de público”, dejando evidencia de que “por parte del gobierno no es el asunto”, y “más bien tiene que ver con la resistencia de las personas a intentar probar cosas nuevas, sobre todo cosas que de repente parece que escaparan de su entendimiento”.
Omisis viaja a Buenos Aires este martes 14 de octubre para coordinar la presentación de El arquitecto y el emperador de Asiria en aquellas latitudes, pero también se prepara para echar a andar Voluptuando, un proyecto original de “meta-clown” que consiste en un monólogo filosófico realizado sobre una bicicleta estacionaria. Sabe que volverá a La Paz para continuar ofreciendo su talento al público local, pero espera que sus homólogos y coterráneos decidan apostar por la evolución y el desdoblamiento del teatro, lo que abrirá la paso, observa, a mayores puestas en escena y conceptos verdaderamente contemporáneos.
Extraordinaria obra y puesta en escena. Felicidades también al escritor de la nota, dan ganas de ver la obra de nuevo. Lástima de que temporada sólo duró 2 semanas.
Me maravillan este tipo de espectáculos que en las grandes urbes son bien recibidos y cuentan con un público experto. Aplaudo que podamos contar con ellos en la ciudad y que además poco a poco el sudcaliforniano se interese por asuntos que como bien dice Omisis ponen a prueba su entendimiento, y nos sacan de la monotonía de la obra líneal, parca o de la choyera, típica en nuestras carteleras, que entretienen y ponen a enjuagar las ideas; sin embrago El Arquitecto, pone a jugar nuestros mitos, nuestros miedos y certezas, nos lanza a una serie de vicisitudes que provocan… Lee más »