Tipificar como feminicidio en tentativa los ataques con ácido, el objetivo de la Ley Malena  

Foto: Elena Ríos, Twitter
La Ley Malena trata de reducir la impunidad de los agresores que atacan a mujeres con ácidos y otros corrosivos para dañarlas física y mentalmente
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La Paz, Baja California Sur (BCS). El pasado 2 de marzo fue un día histórico, pues el Congreso de Puebla aprobó la Ley Malena en el estado, la cual tipifica como feminicidios en tentativa los ataques a mujeres con ácido, las penas van desde los 26 hasta los 40 años. El acontecimiento fue señalado y celebrado por víctimas y activistas sobre el tema. 

“La iniciativa de la Ley Malena podría ayudar a reducir la impunidad, porque habría una norma más específica; sin embargo, también es necesario que haya medidas preventivas que puedan ayudar”, declaró el director del Seminario de Derecho Penal de la Facultad de Derecho de la UNAM, Arturo Cossío Zazueta

La intención es promover el castigo específico a la violencia ácida, así lo plantea la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Cossío Zazueta aseguró que la intención es que esta ley general pueda aplicarse en todo el país y en diferentes niveles de gobierno. 

Vale la pena resaltar que, hasta marzo del 2023, fueron 39 mujeres las víctimas de ataques con ácido, considerando solo a quienes denunciaron. Sin embargo, a lo largo del 2022, se contabilizaron un total de 105 casos con diferentes sustancias corrosivas, pero solo hubo 28 denuncias según informó la Fundación Carmen Sánchez. 

La propuesta comenzó a planearse a finales del 2022 para tipificar dicha agresión y que se tenga un castigo específico para quienes realicen tales ataques. La diputada Marcela Fuente fue quien presentó la iniciativa ante el Congreso de la Unión. El nombre de la Ley Malena toma su nombre de la saxofonista María Elena Ríos que sufrió una agresión con ácido en Oaxaca, durante 2019. 

La abogada de la Coordinación para la Igualdad de Género de la UNAM, Rosalba Cruz, aseguró que esta iniciativa es vital por el riesgo en la salud corporal y mental de las víctimas: “Estas agresiones deforman y provocan afectaciones como: traumas psicológicos graves, alteraciones en los órganos y la pérdida de la funcionalidad anatómica”, apuntó. 

Con información de Gaceta UNAM 


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